jueves, 22 de agosto de 2013


Alumna: Torres M Jennifer C. Resumen cap III

Universidad Central De Venezuela
Facultad De Ciencias Jurídicas Y Políticas
Escuela De Estudios Políticos y Administrativos
Prof. Edgar Pérez
Seminario Hannah Arendt




Capítulo III. “La Condición Humana”






Ciudad Universitaria

     Como bien presenta Hannah Arendt al comienzo de éste capítulo, se presentará una crítica a Karl Marx, misma que se mantiene expuesta en cuanto a la definición de los términos labor y trabajo.
     En éste orden de ideas, Arendt empieza mostrando como primer título, la labor de nuestro cuerpo y el trabajo de nuestras manos, cita que toma de Locke en su obra Second Treatise of civil goverment. Explica de forma histórica, el surgimiento de la “labor” de una lucha y/p búsqueda de la libertad, propia que sólo se veía obtenida mediante la solución y superación de las necesidades de los hombres.
     Para Arendt se presenta una respuesta concreta al hecho de la crítica e idea de algunos filósofos en cuanto a la supuesta discriminación del hecho de la labor y el trabajo. Esto, es para ella un problema y una crítica de la modernidad, era falso que existiera desprecio por el trabajo y la labor en la antigüedad.
     Antiguamente, el trabajo y la labor eran considerados absolutamente necesarios. Sin embargo, resalta que sí es cierto que laborar para el momento era estar esclavizado por y a la necesidad, como bien menciona Hannah.
     En continuación con su exposición muestra, a la institución de dicha esclavitud, expresando que ésta no era una herramienta para la obtención de trabajo, que era más bien un intento por lograr excluir la labor de las condiciones de vida de los hombres. Pero, se encuentra con el hecho de que la actividad política que se hace entonces presente, está totalmente nivelada y sujeta al rango y hecho de la necesidad, así mismo llenando todas las ramas y articulaciones de la vita activa.
    Esto trajo consigo, que en la modernidad no se generara ninguna teoría, que pudiera definir y establecer la distinción y deferencia entre la labor y el trabajo. Señala que lo máximo hecho, fue la creación de la subdivisión de la labor (productiva e improductiva), el trabajo ( experto e inexperto) y las actividades en trabajo (manual e intelectual).
    Para la autora, es el hecho de la distinción entre labor productiva e improductiva la que permite o permitirá la observación del asunto a tratar. El elevar la labor en la época correspondiente a la modernidad, se genera por la definición de su productividad.
   Acá, expresa una crítica a Marx y a Smith haciendo frente a la definición que mantenían a cerca de la perversión de la labor y a los sirvientes. Respondiendo entonces, que eran estos sirvientes a los que despreciaban, los que verdaderamente laboraban para su propia subsistencia.
   Para Hannah, realmente laboraban por el hecho de no dejar detrás nada, es decir, que el resultado de todo aquello que fuera su esfuerzo era consumido de forma rápida, incluso tan rápido como se gasta el esfuerzo realizado. Esfuerzo, que era sinónimo y expresión de una motivación y un impulso puro del laborante.
     Como bien se sabe, Hannah Arendt desarrolla sus ideas en el libro en cuanto a la vinculación que se da entre los conceptos y sus usos en las esferas pública y privada. Por ello, se permite expresar que la labor es una acción o proceso que se lleva a cabo de forma productiva esté en la esfera pública o privada, es decir, labor será siempre igual a productividad.
    Sin dejar a un lado al trabajo, Arendt hace un señalamiento del trabajo también, dando a entender que la productividad del trabajo es un hecho que añade a la realidad artificios. El resultado de la división del trabajo para Hannah, es una anulación y erradicación, de  la capacidad y habilidad individual del hombre. Generando el resultado de la venta y compra del poder de la labor.
    Más adelante, la autora desarrolla el planteamiento de la equivoca forma de categorización del pensar como trabajo. Así subrayando, que la acción de pensar y la de trabajar son diferentes. El pensar, se realiza con la meta de hacer a los demás conocer nuestras teorías y pensamientos o ideas, mientras que el trabajar, requiere de un material sobre el cual se va a actuar y concretar un objetivo.
    Sin embargo, señala que el pensamiento juega un papel en cuanto  a la actitud subjetiva del trabajador que desconfía del esfuerzo que realiza, pero que elogia su productividad.
    Por otro lado, hace sentir al lenguaje y a todas aquellas experiencias que le fundamentan y sustentan, pues dice tienen la posibilidad de enseñar a los hombres las cosas del mundo, cosas que claramente sabemos se generan luego del desarrollo de actividades distintas.
     El lenguaje, es para Arendt el elemento que considera parte del mundo a los productos y creaciones que se obtienen del trabajo y no de la labor, es decir, es responsable de esto. Al realizar la especificación de la señalización que hace el lenguaje, entonces plantea que es importante ahora hablar y explicar los productos y bienes.
    Al definir los bienes, hace énfasis a los bienes de consumo. Los mismos, son los que se generan por la propia productividad y se encuentran en una constante aparición y desaparición, pues son parte de una ambiente de objetos que no se consumen sino que son ahora usados y a los cuales el hombre se ha acostumbrado.
    Los bien de consumo, plantea Arendt, generan u originan la familiaridad del mundo y las costumbres. Y hace resaltar que son estos bienes son para la vida y aquellos objetos de simple uso son para el mundo. Abriendo con esto paso a la afirmación, de que no se conoce la cosa sin antes tener frente a nosotros el trabajo de nuestras manos.
   Basándonos en la afirmación antes mencionada, continuamos con el concepto de la realidad. Definición a la que Arendt hace alusión, como aquella que descansa en el hecho de la existencia de mayor número de cosas permanentes, que de actividades que se encarguen de la producción de éstas, y que es esa  producción la que permite la construcción al mundo, generando así su transformación. No obstante, arendt basándose en argumento de Locke dice que, son las cosas menos duraderas las realmente necesarias para el proceso de la vida.
   Ahora bien, tomando la idea de la vida nuevamente, la autora continúa estableciendo que en cuanto a la vida el trabajo consigue su final o llega a su final cuando el objeto ya se encuentra acabado. Es decir, su final lo consigue cuando el objeto ya logra o es dispuesto a incorporarse a ese mundo de cosas en el cual se desarrolla el hombre.
   Y el laborar, lo define como un proceso que se mueve y desarrolla, como el proceso biológico del organismo de los hombres. Es decir, la labor encuentra su fin, o llega a su fin cuando el organismo muere.
   Arendt, prosigue con la señalización del trabajo ahora, como un proceso que no tiene como pilar la preparación de la materia para que ésta sea incorporada al mundo de desarrollo del hombre, sino que busca transformarla en material que le permita obrar sobre él. En conclusión, es el trabajo un proceso que consiste en la obtención de la materia de las manos de la naturaleza, catalogándole por dicha acción, como destructivo.
   Por otra parte, al seguir con la lectura debe llamarnos la atención que Hannah, hace cita de los filósofos K. Marx, J. Locke y A. Smith. Al primero le toma la idea de la labor como fuente de productividad, al segundo como fuente de la propiedad y al último como la fuente de toda riqueza.
    Basándose en ellos, se permite plasmar a la labor, como una capacidad que poseen los hombres para construir su mundo o el mundo. La misma, la entiende como una actividad natural del hombre. Es por ello que, critica la igualación que hace Marx y otros tantos autores de la labor y el trabajo. Pues, el esfuerzo de la labor jamás deja libre al laborante, el proceso que vive el hombre de repartición de esfuerzo se convierte en una necesidad natural, a diferencia del trabajo.
   De la misma manera, nos comenta que los productos de la labor no serán de mayor durabilidad por el hecho de ser más abundantes, pero que debe saberse que no existe ninguna actividad que sea de mayor duración, que la del laborante. Y aunque no exista tampoco, algo de mayor ímpetu privado que las funciones del cuerpo en el proceso de vida. La labor, es la única que se encuentra en mayor cercanía y próxima al proceso de la vida facultándole admitir el argumento a favor de lo privado de la apropiación, más no de la propiedad como bien planteaba Locke.
    La labor, es una actividad en la que el cuerpo a pesar de sentir dolor y demás sensaciones, regresa a sí y se enfoca en vivir.
    Al retomar el hecho de la propiedad, Hannah nos hace verla como litigante de la no relación con el mundo de la labor. Para Arendt, en una sociedad de propietarios no se observa lo que realmente es significativo e importante. Por su parte, también expresa que el laborante no es tan libre como lo es el trabajador, pues es el trabajador el que realiza voluntariamente el trabajo (disculpe la tautología).
    Sin embargo, son los instrumentos producto del trabajo los que facilitan el esfuerzo del laborante. Estos incrementan la fuerza del hombre y por tanto su fertilidad y proporciona abundancia de bienes de consumo. No pasando por alto, el hecho de la posibilidad de la realización de la labor en conjunto, convirtiéndose los hombres en uno sólo, permitiendo la acumulación de riquezas por la generación de limitaciones de la propiedad individual.
    Para arendt, la labor puede verse como un modo de obtención y experimentar la gloria de vivir, de estar en contacto y compartir con otros y es un modo que hace que los hombres se mantengan en el ciclo de la naturaleza. Por ésta razón, para Hannah la bendición de la vida como un todo, es consecuencia o proviene de la labor.
   En el texto, se hace presente el tema de la fertilidad. En el capítulo, no las presenta como la fuerza de la vida, Hannah sabe que el ser vivo no se va a agotar, y/o no se agota tras promover lo que le es necesario para continuar su reproducción.
  Con el paso de los años, los hombres generamos el cambio del trabajo, por el laborar. La autora muestra su punto de vista, sobre el cambio que se realizó. Argumentando, que el hombre se ha vuelto en laborante, consumidor, en éste caso refiriéndose a los dos términos como definiciones iguales.
   Mostrando preocupación, nos enseña que el consumo y la labor son etapas del mismo proceso. Las etapas de la labor y del consumo, poseen intrínsecamente la posibilidad de la transformación de su porción. Por tanto, puede la fuerza humana, gastarse en consumo. Abre paso con esto, a hacer mención sobre la cultura de masas, a la cual observa como el resultado por el perturbado equilibrio entre la labor y el trabajo.
   Dada su preocupación, Arendt concluye el capítulo, recordando que es la naturaleza nuestro mejor bien y es ella la proveedora de todas las cosas. También, finaliza argumentando que mientras más fácil la vida se le hace a los hombres en una sociedad de consumidores o laborantes, será mucho más complicado el visualizar y conocer las urgencias de las necesidades

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