Carmelo Zambrano Resumen #3

Universidad Central de Venezuela

Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas

Escuela de Estudios Políticos y Administrativos

Prof. Edgar Pérez. Alumno: Zambrano M. Carmelo Enrique

Seminario: La Contemporaneidad del Pensamiento Político de Hannah Arendt.

HANNAH ARENDT

“LA CONDICIÓN HUMANA”

Capítulo III

“La Labor”

En este capítulo Arendt inicia estableciendo que no es lo mismo la labor que el trabajo, y hace la aclaración de que dichas palabras la hemos venido utilizando como palabras sinónimas. El motivo de que no se haga la distinción entre estas dos actividades señala que es por el desprecio que hay hacia la labor, ya que siempre el ser humana “ha buscado la superación de las necesidades”, a las cuales se encuentra atada y que debe satisfacerlas mediante la labor.

El significado de labor ha venido variando su significado a lo largo de la historia. En la antigüedad laborar era “estar esclavizado por las necesidad de la vida a las cuales se encontraba sometido el ser humano”. Señala Arendt la clasificación que hacia Locke entre “la labor de nuestro cuerpo y el trabajo de nuestras manos”

El término labor  nunca era utilizado en cuanto al producto acabado, a diferencia de la palabra del trabajo que etimológicamente se refiere al producto finalizado

Para poder liberarse de la labor se pensaba que era necesario de la utilidad de los esclavos, pero como señala Arendt no lo que se entendía como esclavitud “de los últimos tiempos” en el cual veían a estos como un “recurso para obtener trabajo más barato o un instrumento de explotación en beneficio de sus dueños”, sino que con estos se intentaba excluir la labor de las condiciones de la vida del hombre.

Arendt establece una clasificación de la palabra labor y trabajo. Menciona la labor productiva e improductiva, el trabajo experto e inexperto y la diferenciación entre trabajo manual e intelectual.  Arendt señala que tanto Smith como Marx estaban de acuerdo con la opinión pública moderna al despreciar la labor improductiva como parasita (ambos son unánimes en su desprecio hacia las tareas domésticas, la labor no cualificada que sirve solamente para consumir). Sin embargo, eran precisamente estos sirvientes domésticos, que laboraban por pura subsistencia y que se necesitaban para el consumo sin esfuerzo más que para la producción, a quienes todas las épocas anteriores a la modernidad tenían en mente cuando identificaban la condición laboral con la esclavitud. Lo que dejaban tras de sí a cambio de su consumo era la libertad de sus dueños.

Pero la labor es sacada de lo oculto y es llevada a la esfera pública y esto se debe a la humanidad occidental, que lleva a los modernos filosóficos a considerar toda labor como trabajo.  

La labor en su origen etimológico es comprendida como una actividad que corresponde a los procesos biológicos del cuerpo, según Marx, “el metabolismo que compartimos con todos los organismos vivos”,  y es mediante esta actividad que los hombres pueden producir vitalmente lo necesario para alimentar el proceso de la vida del cuerpo, de su proceso biológico. También hace relación con la noción de Locke estableciendo como actividades cercanas  laborar y consumir. La necesidad de subsistir domina tanto la labor como el consumo y entre ambas actúan como destructores de la materia y el trabajo hecho por la labor sobre la materia. Visto así el trabajo es más destructor que la labor, desde el punto de vista de la naturaleza ya toma de ella materia sin reponerla.

La labor se diferencia de todas las actividades, se encuentra condicionada por la necesidad, es por ello que Marx habla que el hombre debe emanciparse de la labor mediante la revolución se podrá suplir el “reino de la necesidad” por el “reino de la libertad”.

Pero del desprecio en el que se encontraba sumergida la labor pasa a una posición de ser una actividad estimada, y esto es debido a que Locke descubrió que la labor es la fuente de toda la propiedad. Luego de esto Adam Smith afirmo que la labor era la fuente de toda riqueza.