martes, 27 de agosto de 2013

BARBARA MANZANARES RESUMEN N°3

UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE ESTUDIOS POLÍTICOS Y ADMINISTRATIVOS
SEMINARIO: CONTEMPORANEIDAD DEL PENSAMIENTO POLÍTICO DE
HANNAH ARENDT



LA CONDICIÓN HUMANA
RESUMEN N° 3


Prof. Edgar Pérez  Pereira.

Bárbara Manzanares C.I: 20.803.620

Agosto de 2013

Capítulo III  LABOR
El siguiente capítulo habla sobre la labor, el primero de  los elementos que se analizaran a lo largo del texto que pertenece a la vita activa, el cual la autora a modo de reflexión nos muestra las diferentes facetas que contiene y su distinción con la palabra trabajo, el cual deriva a grandes criticas para Karl Marx, mostrando así no solo las diferentes concepciones del mismo, sino un análisis también a través de diferentes pensadores como Platón, Locke, Smith, entre otros.
En cuando al tema de labor, la autora lo contempla como una actividad biológica, podemos decir automática que tiene el hombre, los cuales están ligados con las necesidades vitales. La condición humana de la labor es la vida misma y las necesidades del hombre con respecto a ella. Un aspecto importante que debemos contemplar es que la labor no es más que una actividad individual, el cual no tiene resultados, solo cumple la satisfacción de la vida.
 “La labor de nuestro cuerpo y el trabajo de nuestras manos”
Como el titulo lo indica, en el siguiente apartado se habla sobre las diferentes concepciones entre labor y trabajo, partiendo del mismo la autora nos habla de “labor” como aquella palabra que originalmente fue concebida por la lucha apasionada por la libertad, mediante la superación de las necesidades y el rechazo de todo esfuerzo y energía que no trasciende. Sin embargo avanzando más periodos se crea una convicción según Hesíodo el cual  la labor de nuestro cuerpo, es requerida por las necesidades de la vida, lo cual muestra que las ocupaciones que no consistían en laborar, aunque se realizaran no por su propio fin, sino con la finalidad de cumplir con las necesidades, se asemejaban al status de labor.
La diferencia entre labor y trabajo, es una interrogante que causa confusión, el cual muestra el desinterés en la antigüedad clásica sobre el tema, debido a esto Hannah Arendt nos habla en un primer momento de labor productiva e improductiva, el cual fue analizada por Adam Smith y Karl Marx, los cuales basan en este aspecto la estructuras de sus argumentos.
Marx nos muestra como la labor no es más que, una elevación de la productividad en la Época Moderna,  en la cual la labor y no Dios crearon al hombre y la misma distinguía al hombre de los otros animales, mientras que la labor improductiva no era más que un parasito y perversión de la labor, mientras que el trabajo representa a todas aquellas actividades que se divide en partes pequeñas, las cuales necesitan solo un mínimo de habilidad y tienden a eliminar por completo el trabajo diestro.
El trabajo siempre requiere de un material sobre el cual se actuara, a través de la fabricación, y trae como resultado el objeto mundano, es por esto que se deriva la concepción de que la específica cualidad del trabajo intelectual no se debe menos al “trabajo de nuestras manos”, que el de cualquier otra clase de trabajo. 
El carácter de cosa del mundo
Las cosas del mundo representan, la curiosa discrepancia entre leguajes y teoría, el cual resulta de una diferencia entre el lenguaje objetivo, basado en el mundo que hablamos y las teorías subjetivas orientadas por el hombre, todas estas experiencias humanas nos enseñan la cosa del mundo y como es consumida en la vita activa, el cual simboliza las diferentes naturalezas, producidas por distintas clases de actividades. 
El carácter de “cosa” deriva del lenguaje y no permitir a la actividad laborante formar algo solido y no verbal, el cual surge como la probabilidad de no conocer lo que representa una cosa sin tener ante nosotros “el trabajo de nuestras manos”
A modo de reflexión la autora nos dice que la vida humana en la medida en que va construyendo al mundo, se encuentra en un proceso de transformación, y la mundanidad de las cosas dependerá del grado mayor o menos de permanencia en el mundo.
Labor y Vida
Hannah Arendt comienza con la siguiente frase, las cosas menos duraderas son las necesarias para el proceso de la vida, esta oración muestra el lazo que se tiene en el área de la labor y la vida, el cual indica la corta permanencia en el mundo de todos aquellos objetos fabricados que desaparecen mucho más rápido que cualquier otra cosa y regresan a través del proceso de la vida.
La palabra vida, está limitada por un principio y un fin, relacionada con el mundo y el factor entre nacimiento y muerte, el cual por dicha convicción sigue un movimiento lineal, dirigida por la vida biológica que el hombre comparte con otros y transcurre en el movimiento cíclico de la naturaleza, de interminables repeticiones de las actividades humanas que surgen de la necesidad y carecen en sí mismas de principio y fin.
La labor y el consumo son dos etapas del ciclo de la naturaleza biológica, este ciclo se mantiene con el consumo y dicha actividad es derivada de la labor, mientras que en el trabajo el final llega cuando el objeto es acabado y es insertado en el mundo común de las cosas.
Arendt nos muestra que desde el punto de vista de la naturaleza, el trabajo es más destructivo que al labor, ya que su proceso saca la materia de la naturaleza y no es ingresada de nuevo al círculo de la misma y el metabolismo del cuerpo vivo.
Labor y Fertilidad
La concepción de labor se considera como aquella gran capacidad que tiene el hombre para formar el mundo y representa el interminable y progresivo modo automático en consonancia con la propia vida y el margen de las decisiones o propósitos intencionados, es decir, según Marx la labor personifica la reproducción de la propia vida, el cual asegura la supervivencia del individuo.
La fertilidad del metabolismo de las personas y su naturaleza, surgen de la redundancia que se observa en el aspecto de las familias y su naturaleza. La vida representa la fertilidad, el cual nos muestra como el organismo no se acaba y no deja de proveer lo necesario para su propia reproducción, y el resultado de lo excedente solo muestra la gran capacidad de multiplicación.
Al tener el conocimiento de la vida y labor, se observa que desde el punto de vista de la vida y la especie, todas las actividades tienen su común en el laborar, y el factor de diferencia solo se refleja en la abundancia o no de los bienes de consumo en el proceso de vida.
Lo privado de la propiedad y la riqueza
En la Época Moderna y con ello el auge de la sociedad, y los aspectos de la vida privada en relación con las actividades humanas, nos muestra el avance y transformación de la concepción de laborar, el cual se ha trasladado a la esfera pública, creando así una esfera común, lo cual trae como resultado una difícil concepción de la propiedad como lugar privado dentro del mundo el cual sea capaz de soportar el proceso del crecimiento y de la riqueza.
La labor es la actividad menos privada, ya que no tienen necesidad de ocultarse, sin embargo entra en el proceso de la vida para así enlazar el argumento a favor de lo privado de la apropiación, diferenciando lo privado de la propiedad.
Arendt nos muestra la concepción por la cual Locke expone el contexto de la propiedad privada, el cual personifica el carácter del proceso de laborar  y la ferocidad con que el propio proceso de vida apremia y conduce a la labor, contrarrestada por la adquisición de la propiedad.
Los instrumentos del trabajo y la división de la labor
Los instrumentos en su nivel más elemental, los cuales muestran necesidades de la vida están unidos al ciclo biológico de la misma, cuyo repentino ritmo condiciona a la vida humana, y la eliminación del dolor y el esfuerzo laboral. Podemos decir que la capacidad humana lleva consigo la habilidad de trascender y alienarse con los procesos de vida y por el contrario la viveza el cual representa la fatiga y molestia de la vida, nos muestra su el hombre estará sujeto a cargar o no con este aspecto.
Todos estos instrumentos con los cuales cuenta el hombre no son más que el resultado del trabajo, no pertenecen al proceso de consumo, sino que son parte del mundo de todos aquellos objetos usados, sin embargo desde el punto de vista de la labor los útiles fortalecen la fuerza humana hasta el punto de poder ser reemplazada.
El único instrumento que la labor requiere, tendría que ser un perpetuum mobile, es decir, el instrumentum vocale, tan activo y vivo como el organismo al cual sirve.
Una sociedad de consumidores
La sociedad surge de la emancipación de la propia actividad laboral, que precedió en varios siglos a la emancipación política de los laborantes. Cuando enlazamos los temas de sociedad y consumo, los encontramos como etapas que pueden modificarse hasta el punto de que la fuerza de la labor humana se gaste en consumo a través del problema social del ocio.
Nuestra economía se ha convertido en una de derroche, donde las cosas son devoradas y descartadas de manera rápida, para así no crear una catástrofe del sistema, sin embargo si fuéramos grandes consumidores simplemente seriamos arrastrados por un proceso repetido donde las cosa aparecen y desaparecen, lo cual nunca duran lo suficiente para rodear al proceso de la vida. Cuanto más difícil se haga la vida en sociedad de consumidores y laborantes, mas difícil será seguir conociendo y cubriendo las necesidades básicas.



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