UNIVERSIDAD CENTRAL DE
VENEZUELA
FACULTAD DE CIENCIAS
JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE ESTUDIOS
POLÍTICOS Y ADMINISTRATIVOS
SEMINARIO:
CONTEMPORANEIDAD DEL PENSAMIENTO POLÍTICO DE
HANNAH ARENDT
LA CONDICIÓN HUMANA
RESUMEN N° 3
Prof. Edgar Pérez Pereira.
Bárbara Manzanares C.I:
20.803.620
Agosto de 2013
Capítulo III LABOR
El siguiente capítulo
habla sobre la labor, el primero de los
elementos que se analizaran a lo largo del texto que pertenece a la vita
activa, el cual la autora a modo de reflexión nos muestra las diferentes
facetas que contiene y su distinción con la palabra trabajo, el cual deriva a
grandes criticas para Karl Marx, mostrando así no solo las diferentes
concepciones del mismo, sino un análisis también a través de diferentes pensadores
como Platón, Locke, Smith, entre otros.
En
cuando al tema de labor, la autora lo contempla como una actividad biológica,
podemos decir automática que tiene el hombre, los cuales están ligados con las
necesidades vitales. La condición humana de la labor es la vida misma y las
necesidades del hombre con respecto a ella. Un aspecto importante que debemos
contemplar es que la labor no es más que una actividad individual, el cual no
tiene resultados, solo cumple la satisfacción de la vida.
“La labor de nuestro cuerpo y el trabajo de
nuestras manos”
Como el titulo lo indica,
en el siguiente apartado se habla sobre las diferentes concepciones entre labor
y trabajo, partiendo del mismo la autora nos habla de “labor” como aquella
palabra que originalmente fue concebida por la lucha apasionada por la
libertad, mediante la superación de las necesidades y el rechazo de todo
esfuerzo y energía que no trasciende. Sin embargo avanzando más periodos se
crea una convicción según Hesíodo el cual
la labor de nuestro cuerpo, es requerida por las necesidades de la vida,
lo cual muestra que las ocupaciones que no consistían en laborar, aunque se
realizaran no por su propio fin, sino con la finalidad de cumplir con las
necesidades, se asemejaban al status de labor.
La diferencia entre labor
y trabajo, es una interrogante que causa confusión, el cual muestra el
desinterés en la antigüedad clásica sobre el tema, debido a esto Hannah Arendt
nos habla en un primer momento de labor productiva e improductiva, el cual fue
analizada por Adam Smith y Karl Marx, los cuales basan en este aspecto la
estructuras de sus argumentos.
Marx nos muestra como la
labor no es más que, una elevación de la productividad en la Época
Moderna, en la cual la labor y no Dios
crearon al hombre y la misma distinguía al hombre de los otros animales,
mientras que la labor improductiva no era más que un parasito y perversión de
la labor, mientras que el trabajo representa a todas aquellas actividades que se
divide en partes pequeñas, las cuales necesitan solo un mínimo de habilidad y
tienden a eliminar por completo el trabajo diestro.
El trabajo siempre
requiere de un material sobre el cual se actuara, a través de la fabricación, y
trae como resultado el objeto mundano, es por esto que se deriva la concepción
de que la específica cualidad del trabajo intelectual no se debe menos al
“trabajo de nuestras manos”, que el de cualquier otra clase de trabajo.
El carácter de cosa del
mundo
Las cosas del mundo
representan, la curiosa discrepancia entre leguajes y teoría, el cual resulta
de una diferencia entre el lenguaje objetivo, basado en el mundo que hablamos y
las teorías subjetivas orientadas por el hombre, todas estas experiencias
humanas nos enseñan la cosa del mundo y como es consumida en la vita activa, el
cual simboliza las diferentes naturalezas, producidas por distintas clases de
actividades.
El carácter de “cosa”
deriva del lenguaje y no permitir a la actividad laborante formar algo solido y
no verbal, el cual surge como la probabilidad de no conocer lo que representa
una cosa sin tener ante nosotros “el trabajo de nuestras manos”
A modo de reflexión la
autora nos dice que la vida humana en la medida en que va construyendo al
mundo, se encuentra en un proceso de transformación, y la mundanidad de las cosas
dependerá del grado mayor o menos de permanencia en el mundo.
Labor y Vida
Hannah Arendt comienza con
la siguiente frase, las cosas menos duraderas son las necesarias para el
proceso de la vida, esta oración muestra el lazo que se tiene en el área de la
labor y la vida, el cual indica la corta permanencia en el mundo de todos
aquellos objetos fabricados que desaparecen mucho más rápido que cualquier otra
cosa y regresan a través del proceso de la vida.
La palabra vida, está
limitada por un principio y un fin, relacionada con el mundo y el factor entre
nacimiento y muerte, el cual por dicha convicción sigue un movimiento lineal,
dirigida por la vida biológica que el hombre comparte con otros y transcurre en
el movimiento cíclico de la naturaleza, de interminables repeticiones de las
actividades humanas que surgen de la necesidad y carecen en sí mismas de
principio y fin.
La labor y el consumo son
dos etapas del ciclo de la naturaleza biológica, este ciclo se mantiene con el
consumo y dicha actividad es derivada de la labor, mientras que en el trabajo
el final llega cuando el objeto es acabado y es insertado en el mundo común de
las cosas.
Arendt nos muestra que
desde el punto de vista de la naturaleza, el trabajo es más destructivo que al
labor, ya que su proceso saca la materia de la naturaleza y no es ingresada de
nuevo al círculo de la misma y el metabolismo del cuerpo vivo.
Labor y Fertilidad
La concepción de labor se
considera como aquella gran capacidad que tiene el hombre para formar el mundo
y representa el interminable y progresivo modo automático en consonancia con la
propia vida y el margen de las decisiones o propósitos intencionados, es decir,
según Marx la labor personifica la reproducción de la propia vida, el cual
asegura la supervivencia del individuo.
La fertilidad del
metabolismo de las personas y su naturaleza, surgen de la redundancia que se
observa en el aspecto de las familias y su naturaleza. La vida representa la
fertilidad, el cual nos muestra como el organismo no se acaba y no deja de
proveer lo necesario para su propia reproducción, y el resultado de lo
excedente solo muestra la gran capacidad de multiplicación.
Al tener el conocimiento
de la vida y labor, se observa que desde el punto de vista de la vida y la
especie, todas las actividades tienen su común en el laborar, y el factor de
diferencia solo se refleja en la abundancia o no de los bienes de consumo en el
proceso de vida.
Lo privado de la propiedad
y la riqueza
En la Época Moderna y con
ello el auge de la sociedad, y los aspectos de la vida privada en relación con
las actividades humanas, nos muestra el avance y transformación de la
concepción de laborar, el cual se ha trasladado a la esfera pública, creando
así una esfera común, lo cual trae como resultado una difícil concepción de la
propiedad como lugar privado dentro del mundo el cual sea capaz de soportar el
proceso del crecimiento y de la riqueza.
La labor es la actividad
menos privada, ya que no tienen necesidad de ocultarse, sin embargo entra en el
proceso de la vida para así enlazar el argumento a favor de lo privado de la
apropiación, diferenciando lo privado de la propiedad.
Arendt nos muestra la
concepción por la cual Locke expone el contexto de la propiedad privada, el
cual personifica el carácter del proceso de laborar y la ferocidad con que el propio proceso de
vida apremia y conduce a la labor, contrarrestada por la adquisición de la
propiedad.
Los instrumentos del
trabajo y la división de la labor
Los instrumentos en su
nivel más elemental, los cuales muestran necesidades de la vida están unidos al
ciclo biológico de la misma, cuyo repentino ritmo condiciona a la vida humana,
y la eliminación del dolor y el esfuerzo laboral. Podemos decir que la
capacidad humana lleva consigo la habilidad de trascender y alienarse con los
procesos de vida y por el contrario la viveza el cual representa la fatiga y
molestia de la vida, nos muestra su el hombre estará sujeto a cargar o no con
este aspecto.
Todos estos instrumentos
con los cuales cuenta el hombre no son más que el resultado del trabajo, no
pertenecen al proceso de consumo, sino que son parte del mundo de todos
aquellos objetos usados, sin embargo desde el punto de vista de la labor los
útiles fortalecen la fuerza humana hasta el punto de poder ser reemplazada.
El único instrumento que
la labor requiere, tendría que ser un perpetuum mobile, es decir, el
instrumentum vocale, tan activo y vivo como el organismo al cual sirve.
Una sociedad de
consumidores
La sociedad surge de la
emancipación de la propia actividad laboral, que precedió en varios siglos a la
emancipación política de los laborantes. Cuando enlazamos los temas de sociedad
y consumo, los encontramos como etapas que pueden modificarse hasta el punto de
que la fuerza de la labor humana se gaste en consumo a través del problema
social del ocio.
Nuestra economía se ha
convertido en una de derroche, donde las cosas son devoradas y descartadas de
manera rápida, para así no crear una catástrofe del sistema, sin embargo si
fuéramos grandes consumidores simplemente seriamos arrastrados por un proceso
repetido donde las cosa aparecen y desaparecen, lo cual nunca duran lo
suficiente para rodear al proceso de la vida. Cuanto más difícil se haga la
vida en sociedad de consumidores y laborantes, mas difícil será seguir
conociendo y cubriendo las necesidades básicas.
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