Piñero Yocimar. Capitulo I (La condicion Humana de Hannah Arendt)

Resumen, Capitulo I de Hannah Arendt
La condición humana de Hannah Arendt:

            La condición humana de Hannah Arendt que también se le da el nombre de “Vita activa”, es una creación o edificación promulgada o publicada en el año 1958, dicha obra ya contaba con una anticipación histórica.

            El libro es un penetrante estudio sobre el estado de la humanidad en el mundo contemporáneo que analiza, sobre todo, las cosas que el hombre y la mujer son capaces de hacer. Así pues, se centra en una discusión sobre la labor, el trabajo y la acción 'los tres capítulos centrales de la obra' y se refiere tanto a las capacidades humanas cuyo motivo esencial es atender a las necesidades de la vida (comer, beber, vestirse, dormir...) como a la sublimación de éstas en otra más trascendental, la capacidad de ser libre.

Vita activa y la condición humana:

            Para Hannah Arendt la expresión “vita activa” se refiere al trabajo, acción y labor, las cueles tratan o se refieren a las publicaciones o expresiones del hombre demostradas o comprobadas, y por otra de circunstancias con un soporte inevitable de la condición humana.

            La palabra “Vita activa” para Hannah Arendt se transforma en tres funciones básicas, las cuales son: acción, labor y trabajo, cabe destacar que estas son esenciales o elementales porque cada una de ellas pertenece a una de las condiciones fundamentales, la cual se le ha dado el nombre de “la vida en la tierra” 

Trabajo:

            El trabajo se refiere y su nombre así lo dice, a la condición humana del trabajo, la mundanidad, implica tener o mantener relaciones con otros, contiene un resultado, un producto, es decir que tiene una finalidad, puede construir cosas, es producto de la transformación de la naturaleza. Para Hannah el trabajo corresponde a lo NO natural de la exigencia del hombre, el cual no esta sumergido o hundido en el ciclo vital de la especie, el trabajo para la autora provee o ofrece un mundo totalmente diferente, o para ser mas exactos, ciertas cosas diferentes de todo lo natural, en el trabajo se instalan todas las vidas individuales y particulares, como ya mencionamos la condición humana del trabajo es la mundanidad, la cual se refiere a las cosas u acciones de la vida humana.

Acción:

            Cada acción tiene una condición humana, la cual es la pluralidad, es decir que todos somos iguales, para Hannah Arendt la acción debemos entenderla como una oportunidad, ocasión o conveniencia que se nos presenta para dar inicio o emprender algo que no tiene finalidad o fin alguno, algo que no se termina, la idea de acción de Arendt no tiene absolutamente nada que ver con la conducta, dice que la acción en el espacio publico no es igual que una conducta, nos dice que la pluralidad humana es algo totalmente fundamental que nos da paso a la vida política, sostiene “el hombre que actúa produce la acción”.

Labor:

            Hannah sostiene que la labor se basa principalmente en lo biológico, en un proceso biológico del cuerpo humano, el cual todo su proceso de crecimiento se encuentra unido a las obligaciones o exigencias fundamentales, realizadas por la labor en la evolución o desarrollo de la vida.

La expresión vita activa:

            Hannah Arendt compara o digiere la expresión “Vita activa”, la cual se halla “sobrecargada de tradición” y la compara con la tradición del pensamiento político de Sócrates a Marx, enlazando o vinculando así a la vida consagrada a los propósitos o cuestiones de la ciudad.

            Hannah nos aclara o nos demuestra que Aristóteles descartaba o rechazaba a las formas de vidas privadas e independientes, nos declara que Aristóteles excluía el trabajo que realizaban los esclavos, artesanos y comerciantes, estos que precisamente son las tres formas de vidas fundamentales que se conservan y que se caracterizan por el interés que tienen por lo “bello”

            Aristóteles señalaba o manifestaba que la acción tenia que ver con el dominio de las cuestiones humanas, y que ni la obra ni el trabajo eran tomados en cuenta. La prerrogativa de la política deriva del hecho de que la polis era una manera especial y libremente elegida, y no algo autoritario o absolutista.

            A raíz de la evanescencia de la ciudad antigua, la “Vita activa” perdió por completo su significado u objetivo, por ello se expresa que ni el trabajo ni la obra lograron la misma honorabilidad, la presencia libre solo se hizo probable o admisible en la “vita contemplativa”.

            Si decimos que la contemplación es un proceso de revelación de la verdad, entonces en consecuencia la “Vita activa” es una contrapartida de esto, es decir que se diferencia de la “Vita contemplativa”.   

            Así, pues, si se ha producido una “moderna inversión” de los sistemas filosóficos, no se ha producido una ruptura, el interés por la “vita activa” no es ni superior, ni inferior al interés fundamental por la “vita contemplativa”.

Eternidad e inmortalidad:

            Se hallan dos preceptos de inquietudes totalmente diferentes “el pensamiento puro que culmina en la contemplación” y “el compromiso activo en las cosas de este mundo”. En semejanza se encuentra la afinidad de rivalidad o desacuerdo de eternidad e inmortalidad.

            La inmortalidad significa “vida no mortal en la tierra”, es para los griegos la de la naturaleza y la de los dioses. La mortalidad por su parte es “la marca de contraste de la existencia humana”. La mortalidad es una línea recta, en contraposición a la expansión de la vida biológica.

Los mortales, que tienen la disposición de crear cosas como el “trabajo, actos y palabras”, se hallan “en un cosmos donde todo es inmortal excepto ellos mismos”. “Por su capacidad en realizar actos inmortales, los hombres alcanzan su propia inmortalidad y demuestran ser de naturaleza divina”

Esta experiencia de lo eterno la encontramos en la teoría o contemplación; procede de la justificada duda ante la inmortalidad e incluso, ante la misma capacidad de permanencia de la polis. El triunfo del pensamiento de la eternidad sobre el de la inmortalidad no procede de la filosofía sino de la caída del Imperio romano y el advenimiento de la religión cristiana. 

Arendt nos aclara que la inmortalidad es la duración en el tiempo, por otro lado nos dice que la eternidad es la experiencia de los eterno, que es una especie de la muerte, y la única cosa que la separa de la muerte verdadera es que no tiene finalidad, ya que ninguna criatura viva puede sufrirla o padecerla durante ningún espacio de tiempo