Universidad Central
de Venezuela
Facultad de
Ciencias Jurídicas y Políticas
Escuela de Estudios
Políticos y Administrativos
Prof. Edgar Pérez.
Alumno: Zambrano M. Carmelo Enrique
Seminario: La
Contemporaneidad del Pensamiento Político de Hannah Arendt.
HANNAH
ARENDT
“LA
CONDICIÓN HUMANA”
Capítulo
IV
“Trabajo”
Arendt en este capítulohabla
sobre el artificio humano que es producto de la creación del hombre mediante el
trabajo. Este producto nos señala Arendt que se agota, por lo tanto el carácter
duradero de este artificio humano no es absoluto. Este producto se rige por un ciclo de vida,
aludiendo que todas las cosas tienen un
fin inevitable, que además de agotarse en el tiempo, pueden quedar obsoletas
debido a que todas las cosas son remplazadas constantemente con el cambio de
generaciones.
Mediante este carácter
duradero “limitado” que poseen las cosas, obtienen una especie de independencia
frente a sus creadores.
El uso de los objetos,
fabricados mediante el trabajo puede coincidir con el uso en la labor, ya que
el elemento del desgaste en las dos se obtiene mediante el contacto del objeto
con el organismo que lo utiliza.
Esta actividad de creación
de lo artificial del hombre, según Harendt consiste en el concepto Marxista de
la reificación que la definía como “la
concepción de una abstracción u objeto como si fuera humano o poseyera vida y
habilidades humanas”. El material entonces “es un producto de las manos humanas
que han sacado de su lugar natural” nos menciona la
autora, este elemento está presente en la fabricación y es entonces mediante
esta alteración que el hombre se ha convertido en un destructor de la
naturaleza.
Pero
es mendiante esa destrucción y esa violencia que el hombre al momento de realizar
el trabajo “homo faber”, diseña e inventa instrumentos que aligeran y mecanizan
la labor del “animal laborans”. Estos instrumentos se vuelven propios al mundo
al momento de que se realice el proceso de la labor,
El
hombre no solo crea estas máquinas que aligeran el proceso tanto del trabajo
como de la labor, sino que por esta facilidad brindada esos se convierten en
siervos de estas, convirtiéndose hasta en una exigencia a la que se tiene que
adecuar el individuo.
La
mecanización entonces juega un papel de importancia, no solo en el trabajo sino
además en la labor, en la cual el proceso de esta que corresponde también al
repetido y automático ritmo del proceso de vida.
La
diferencia entre útiles y máquinas, es que estos son los instrumentos a los
cuales el hombre no es necesario que se ajuste, por el contrario cuando el
hombre utiliza la maquina, dicho artificio humano exige al hombre que se ajuste
su ritmo al de ellas, reemplazando de este modo al ritmo del cuerpo.
El
hombre “homo faber” confía por entero en los primordiales útiles de sus manos,
pero estos instrumentos aligeran y mecanizan la labor del “animal laboran”.
Para la labor se necesita alcanzar mejores resultados de ejecución rítmica y
ordenada, esta condición debe cumplirse ya sea un hombre el que labore o
varios. Por el contrario los instrumentos en el caso del “homo faber”
determinan el trabajo y la fabricación de la creación artificial.
En
este proceso de trabajo el fin justifica los medios, y lo produce y organiza,
hasta el punto que se justifica la violencia ejercida ante la naturaleza para
la obtención del producto final.
Esta
creación de cosas hechas por el hombre, se convierto en un hogar para los
hombres mortales, creando de esta manera un mundo artificial en los cuales este
debe de convivir, pero la estabilidad de este mundo perdurara al movimiento
siempre cambiante de sus vidas y acciones “solo hasta el punto en que
trascienda el puro funcionalismo de las cosas producidas para el consumo y la
pura utilidad de los objetivos producidos para el uso.
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