Universidad Central de Venezuela
Facultad de Ciencias Jurídicas y
Políticas
Escuela de Estudios Políticos y
Administrativos
Prof. Edgar Pérez. Alumna: Br. López N. Shearly
D. C.I: v-19.199.994
Seminario: La Contemporaneidad del
Pensamiento Político de Hannah Arendt.
Resumen n°2: Cap. II. “La condición Humana” Hannah
Arendt".
A través de la historia se ha querido
calificar al ser humano como un ser social y político, y la verdad es que, a
pesar que el ser humano tiene constante relación con otras personas en lo que
se denomina un ser “animal social”, y que está capacidad se envuelve en la
condición de lo que Arendt denomina la vita activa, sin embargo no es
hasta la constitución de la ciudad-estado que abrió la brecha para que los
hombres participarán activamente de la vida en la polis constituyendo
una condición diferente a lo que significaba ser en el sentido “social” y ser
“político” ya que este último acoge la convicción del desarrollo político,
discursivo y de acción.
La distinción que se realiza en la obra
de Hannah Arendt sobre Polis y Familia, guarda una estrecha relación
entre lo privado y lo público, y del cual surge un profundo análisis del
concepto de Libertad. Algo que se menciona es muy importante, porque ante la
expresa comparación que puede haber, hoy en día se podría entender a una
nación-estado como una gran familia, que conformada por pequeños grupos, buscan
una necesidad en común y el Estado está para satisfacerlas, sin embargo en la
relación que menciona la autora, esto se conoce científicamente como economía
social; por lo cual siempre si es importante hacer entonces la aclaración de
que la Familia es un grupo de hombres en donde uno tiene la capacidad y labor
de satisfacer las necesidades que esta familia demanda, y que por el contrario
es en la polis donde el individuo encuentra una igualdad en cuanto a no
tener que gobernar ni ser gobernado, del desprendimiento absoluto de aquello
que lo ataba a la familia, y que por ende se reconoce el término de libertad;
concepto de libertad que vale la pena cuestionarse, hasta qué punto puede la
libertad de la polis dejar a libre albedrío los pensamientos y acciones
de los hombres, sin que el involucrarse en ese mismo sistema los condicione,
acaso el hecho de no estar subyugado ante la esfera familiar, no te estarías
doblegando ante una esfera de organización política, que evidentemente tiene
sus intereses y naturalmente lo que indica es que te convierte en un igual,
igual de pensamiento… igual en acciones…¿Hasta qué punto la libertad de un
hombre deja de tener validez, cuando está tal vez no se someta a otro
individuo, pero si a un sistema que demanda necesidades para mantenerse en
pie?.
Entre la evolución de los hombres en la
participación de la esfera pública, surge El auge de lo social como
punto de partida tomando las actividades que competen a la vida privada, y como
estas pasan a una esfera pública, por el simple hecho de que las necesidades
condicionan al individuo a actuar de esa manera. Es así como se hace referencia
de que hoy en día la sociedad ha calado tanto en la determinación de las
actividades del ser humano en convivencia, que tiene la habilidad organizativa
de brindar soluciones inmediatas, que anteriormente pudo haber estado en una
situación de privacidad, y hoy es altamente cuestionable y supervisado por
todos; de manera tal que sólo en la vida privada ha quedado aquello reprochable
y poco aceptado, lo que causa vergüenza y que en definitiva la sociedad no
tiene necesidad de interferir bien sea en la familia o en el individuo. Es ese
auge social que determinado el cuerpo política de la sociedad emergente, que
son duda ha desarrollado un modelo de “conducta social” que determina las
actividades de los hombres.
La
pluralidad humana, como lo concibe Arendt, apremia indiscutiblemente a una esfera
pública donde se mantiene firme gracias a la búsqueda de lo común,
esa búsqueda que en su momento trascendía lo metafísico, y la búsqueda de la
inmortalidad en las obras, esa búsqueda que hoy en día si no existe ese mismo
interés gradualmente la esfera pública pierde su esencia y sentido, y el
conformismo reinante haría de la sociedad una decadencia total. Es esta esfera pública la que comprende todo
lo que los hombres desean ver y escuchar, y que notoriamente pertenecen a esa
participación activa de la pluralidad y vida en comunidad, que todo aquello que
pudiese afectar lo “apropiadamente aceptado” lo resguardan en su esfera privada.
Sin embargo se podría tomar como referencia, que por medio de la libre
asociación, libre pensamiento y compromiso que podrían tener los hombres con su
entorno, aun así por el hecho de estar asociados y pertenecer a un
estado-nación ya existe un interés de por medio de mantener esa estructura
firme, sin embargo muchos pilares que podrían sostener estos sistemas, muchas
veces se ven desmoronados porque no existe lo común que une a estos
individuos, y que por ende surge diferencias, que ante las miles de soluciones,
y de lo cual podría trascender en un
nivel de sabiduría y metafísico, se queda estancado en banalidades.
En
la esfera privada, en cuanto a la propiedad se refiere, hoy en día y por mucho tiempo se
asoció el dinero con riquezas y propiedades, de igual forma el hecho de tener
una vivienda, representaba estatus que calificaba mejor esa vida privada que
podrían estar llevando los hombres; sin embargo está esfera privada como lo
comprende Hannah Arendt va en oposición a lo que tiene que ver la Pluralidad,
La esfera Pública, esa distinción de
objetiva relación que podrían tener los hombres en comunidad, y que
indiscutiblemente está esfera privada estaría negándoles la posibilidad de una
vida participativa, y que por el contrario estarían destinados a las
necesidades que de esta emana su esfera privada. De nuevo traeríamos a
acotación que la actividad que realice el ser humano en su vita activa
debe comprender una esfera pública, de manera tal que las propiedades estén al
servicio de algo en común para los hombres en sociedad, más que el sometimiento
mismo de las necesidades de la esfera privada.
Entre
lo social y lo privado en la que se hace mención en la obra, se tiene que la
propiedad privada debe ser tan bárbara en cantidad y en necesidad común para que
esta indiscutiblemente deje de ser de conveniencia privada, y atraviese la
brecha para convenirse de interés social. Sin embargo esto será imposible
porque a la propiedad y riquezas que radican en lo privado, y jamás podrá ser
de interés común porque habría un sometimiento existencial ante esas
necesidades de riquezas. Sin embargo podría cuestionarse si los hombres que
están en lo que se conoce como estado-nación y es esta misma organización la
que concibe la necesidad común de las riquezas, y consecutivamente los hombres
de la esfera pública estarían condicionados a eso… ¿Lo privado, trasciende a lo
público?, partidaria de lo que se entiende de Hannah Arendt, el simple
sometimiento de querer adquirir esas riquezas y considerarlas necesidades (y
que pertenece a toda acción de la esfera privada) evidentemente se pierde la calidad
de libertad propia de la esfera pública, situación que fácilmente se puede
cuestionar en el desarrollo político social del siglo XX y XXI.
Y
por última consideración para este resumen, en El lugar de las Actividades
Humanas, sección que escribe la autora se hace una admirable distinción de
la palabra bondad que acogida en el sentido cristiano, es una acción que podría
corresponder a una esfera privada, porque son acciones que deben hacerse sin
jactarse gloriosamente de estas, sin embargo para que la bondad se desarrolle
en su máxima concepción es importante que los hombres estén asociados, lo que
Arendt diría estar en esa pluralidadm, que permita al hombre integrarse e
interactuar, para tyener la oportunidad suficiente de trascender en esa vita
comtemplativa siendo bondadoso en la esfera pública.
Referencias: Arendt H. La condición
Humana, Paidos Editores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario