UNIVERSIDAD CENTRAL DE
VENEZUELA
FACULTAD DE CIENCIAS
JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE ESTUDIOS
POLÍTICOS Y ADMINISTRATIVOS
SEMINARIO S1: EL PENSAMIENTO
POLITICO DE HANNAH ARENDT
REALIZADO POR: BÁRBARA
DELVALLE C.I:20.364.196
CAPÍTULO
V
ACCIÓN
En este capítulo Arendt nos
habla de cómo gracias a que los hombres son de cierto modo iguales, pueden
entenderse, planear y pensar en el futuro para las ciertas necesidades que se
les presentan a lo largo del camino; y si los hombres no fueran distintos, ya
que cada ser humano se diferencia de otro, no se necesitaría ni del discurso ni
de la acción para así entenderse.
Es por ello que el discurso
y la acción revelan la cualidad al ser distintos, esto puede ocurrir en vida
activa, ya que los hombres, si así desean, pueden vivir sin laborar y obligar a
otros hombres a que lo hagan por ellos. El hecho de que el hombre sea capaz de
la acción esto significa que de él puede esperarse lo que sea, y esto es
posible sólo a que cada hombre es único de manera que con cada nacimiento entra
algo nuevo al mundo, con esto se llega a la conclusión que según Arendt, el
discurso corresponde al hecho de la distinción y es la realización de la
condición humana de la pluralidad, es decir, de vivir como ser distinto y único
entre iguales.
La acción y el discurso se
relacionan entre sí, debido a un acto primordial y específicamente humano, y
todo esto se debe contener al mismo tiempo, la respuesta a la pregunta ¿Quién
eres tú? Esta pregunta es respondida en el momento que la persona descubra en
sus palabras como en sus actos quien es en realidad; el discurso juega un papel
subordinado como medio de la comunicación e información, pero también este
puede reemplazarse por un lenguaje de signos y esto servirá para las
matemáticas y otras disciplinas científicas.
Es por este motivo, que
mediante el discurso y la acción los hombres muestran quienes son y se revelan
espontáneamente, su única y personal identidad, sin la revelación de la persona
en el acto, la acción pierde su carácter.
La acción y el discurso se
dan entre los hombres ya que a ellos se dirigen; Arendt comenta en este
capítulo que el error más básico de todo materialismo en la política es pasar
por alto el hecho de que los hombres se revelan como individuos, como distintas
y únicas personas, incluso cuando se concentran por completo en alcanzar un
objetivo; y si se prescinde de esta revelación, si es que se puede hacer, se
estaría obligando a los hombres a transformarse en algo que no son.
Entonces, se dice que estas
historias se pueden registrar en documentos y en obras de arte, pueden contarse
las veces que se quiera y plasmarlas en algo material, aunque todas las
personas comienzan insertando su vida en el mundo con la ayuda de la acción y
el discurso, aunque no se dice que gracias a esto las personas serán los
autores de su propia vida; la acción no es lo mismo que la fabricación, ya que
no es posible cuando se está aislado, la acción y el discurso necesitan la
presencia de otros y la fabricación solo requiere la presencia de la
naturaleza, como tal la fabricación está en contacto total y constante con el
mundo, mientras que la acción y el discurso lo están con la trama de los actos
y las palabras de los hombres.
De este modo, se concluye
que según Arendt la igualdad que lleva consigo la esfera pública es ferozmente
una igualdad de desiguales que necesitan sus igualados en ciertos aspectos y
para fines específicos. La incapacidad del animal laborans para su distinción y
de ahí parte la acción y el discurso parece confirmarse por la sorprendente
inexistencia de rebeliones de esclavos en los tiempos modernos y antiguos.
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