
Universidad Central de Venezuela
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Escuela de Estudios Políticos y Administrativos
Seminario: La Contemporaneidad del Pensamiento Político
de Hannah Arendt
Br.
Francelina Da Costa
Sobre la revolución. Introducción y Capítulo I.
Hannah Arendt en su obra Sobre la revolución, elabora un estudio acerca de la revolución,
sus orígenes y principales características, haciendo énfasis en las dos grandes
revoluciones que han tenido lugar en la historia mundial, la francesa y la
americana.
Esta obra no se remite a un estudio teórico
ni etimológico del término revolución. A lo largo de
la lectura nos lleva a través de un camino que deja vislumbrar las diversas
apreciaciones que se han tenido respecto a la revolución y las principales características
de esta.
En la Introducción:
Guerra y Revolución, es posible
observar que para Arendt es fundamental establecer una diferenciación entre la
guerra y la revolución, aunque esto no implique separar ambas categorías, si se
permite darles tal denominación; tal
diferenciación se hace enfocándose en el fin que cada una de estas persigue o
pretende alcanzar. La(s) causa(s) de las guerras se hallan para la autora en la
necesidad de conquistar, expandir, defender y conservar el poder, esta necesidad, es en mi opinión, el punto de
diferenciación esencial entre las guerras y las revoluciones, ya que para
Arendt los términos necesidad y libertad
son incompatibles, y acorde a lo planteado en su
obra, el fin de la revolución siempre ha sido la libertad. Pero, ¿A qué
libertad se refiere? A lo largo de la introducción y el Capítulo I: El significado de la Revolución, responde esta
interrogante, planteando que la libertad, en su sentido real, debe comprenderse
respecto a la participación. Para ella, la libertad “consiste en la
participación en los asuntos públicos o en la admisión en la esfera pública”[1] Para que la vida de un
hombre sea considerada libre es fundamental que exista la presencia de otros,
por ello en el pensamiento político griego, la libertad exhortaba a la reunión
y a un lugar donde esto fuese posible. Asimismo deja ver que se comienza a
emplear el término libertad cuando ya el uso de las armas no es útil para
justificar ciertos actos, y se pasa a lo racional.
Lo que une a las dos categorías antes
mencionadas, es el énfasis que se hace en el empleo de la violencia por parte
de ambas para alcanzar los objetivos que se han establecido. “…la violencia es
una especie de común denominador de ambas”[2] De acuerdo a Hannah
Arendt, el peso que se le otorga a la violencia hace que las guerras y
revoluciones sean vistas en ciertos casos, al margen de los fenómenos
políticos, y esto porque como ya lo expresó Aristóteles, el hombre posee el don de la palabra, lo que se contrapone
al uso de la violencia como primer plan para resolver los conflictos, o como el
medio para el logro de determinados fines. En Sobre la Revolución, deja claro que mientras que las revoluciones
estén caracterizadas por la violencia, estas estarán ubicadas al margen de los
fenómenos políticos, aunque las mismas posean un alto grado de importancia para
la historia mundial.
La revolución, para Arendt no debe
comprenderse simplemente como un cambio, o la posibilidad de este. Ya que el
cambio no necesariamente implica el surgimiento de algo nuevo, y para ella las
revoluciones deben estar enfocadas o dirigidas al nacimiento de lo nuevo, a la
innovación.
En el Capítulo I, se dedica a elaborar un
análisis de las dos principales revoluciones que se han dado en el mundo, la
francesa y americana, e intenta dejar claro que esta última en su totalidad no
fue lo que despertó el sentido de revolución en Europa, sino las condiciones
que habían en América para la época y que eran conocidas en Europa lo que hizo
que se diera la primera. Por otro lado, menciona la importancia que tuvo la
secularización en el fenómeno de las revoluciones, para Arendt esta representa
el origen de las revoluciones, aunque se pone en duda hasta qué grado se puede
considerar esto cierto.
Pero, ¿En qué sentido debe darse ese cambio
para que sea considerado un movimiento como revolución? Es obligatorio que sea
un cambio orientado a un nuevo origen, sea una nueva forma de gobierno, un
nuevo cuerpo político, la constitución de la libertad u otro. Para la autora la
libertad (o idea de ella) debe estar relacionada (o debería según su opinión)
con la idea de innovación que significan las revoluciones, “…la idea de la
libertad debe coincidir con la experiencia de un nuevo origen.”[3] Hannah Arendt hace posible
apreciar que las revoluciones, sólo poseerán tal carácter cuando la Libertad e
innovación vayan de la mano, “Sólo podemos hablar de revolución cuando está
presente este <<pathos>>
de la novedad y cuando ésta aparece asociada a la idea de la libertad”[4], esto hace posible
diferenciar entre cualquier movimiento violento y una verdadera revolución.
Por último, hay que mencionar la importancia
de la revolución como algo que no puede ser controlado ni por los hombres que
la llevan a cabo, esto parte desde la concepción astronómica de revolución,
como el movimiento de las estrellas y/o constelaciones sin que el hombre pueda
intervenir en el mismo. Con respecto a la revolución en sentido político, se
aprecia esta metáfora de forma clara, ya que, acorde a lo planteado en el texto
y apreciado en la historia, las revoluciones llegan a un punto en el que los
hombres que las llevaron a cabo no podían controlar lo que estas
desencadenarían.
Bibliografía
Arendt,
H. (2006). Sobre la revolución. Madrid: Alianza.
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