UNIVERSIDAD CENTRAL DE
VENEZUELA
FACULTAD DE CIENCIAS
JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE ESTUDIOS
POLÍTICOS Y ADMINISTRATIVOS
SEMINARIO:
CONTEMPORANEIDAD DEL PENSAMIENTO POLÍTICO DE
HANNAH ARENDT
LA CONDICIÓN HUMANA
RESUMEN N° 5
Prof. Edgar Pérez Pereira.
Bárbara Manzanares C.I:
20.803.620
Septiembre de 2013
Capítulo V ACCIÓN
El siguiente capítulo
habla sobre la acción, el tercero de los
elementos que se analizaran a lo largo del texto que pertenece a la vita
activa, el término acción de la mano con el discurso representan a la
pluralidad humana, donde se localiza el doble carácter de igualdad y
distinción.
La acción
es la conducta que se da entre los hombres sin la intervención de entes
externos materiales, la condición humana es la pluralidad, donde la convivencia
juega un papel importante en la misma y el hecho de interactuar en la tierra y
el mundo donde habitan, donde todos somos iguales, en el aspecto humano, pero
diferentes en cuanto a la representación y rumbo que otorgamos a nuestra vida.
La revelación del agente en el discurso
y la acción
La
autora nos muestra como ambos elementos se enlazan y representan la existencia
corporal basada en un impulso que ningún ser humano puede contener, este
aspecto representa una actividad única para la acción que no se encuentra en
otro componente de la vita activa. Acción y discurso están relacionados por el
aspecto del acto primordial y específicamente humano en el cual nos planteamos
la pregunta ¿Quién soy?, es aquí donde acción y discurso nos responden y nos
revela esta única cualidad de ser distintos e interactuar e un mundo de
pluralidad.
La
alteridad es importante en la pluralidad, ya que es la razón que define
nuestras distinciones y todo aquello que somos incapaces de decir y
distinguirlo de otros. Basándonos en la importancia de la acción y el discurso
nos preguntamos ¿se puede vivir sin acción y discurso? Respondiendo a esta
interrogante la autora nos responde que es imposible, ya que una vida sin estas
características está muerta para el mundo, ya que ha dejado de ser vida humana
porque ya no la viven los hombres.
Las
herramientas del acto y la palabra nos insertan en el mundo humano, a través de
un segundo nacimiento donde asumimos nuestra original apariencia física, donde
actuamos en su sentido más general bajo la iniciativa de poner algo en movimiento
donde la propia naturaleza radica en el inicio de algo nuevo que no haya
ocurrido antes. El hombre es capaz de asumir y accionar de manera inesperada,
esto es posible ya que cada hombre representa algo único insertado en el mundo
con cada nacimiento, es por esto que observamos que la acción corresponde al
hecho de nacer mientras que el discurso representa a la distinción y es la realización de la
condición humana de la pluralidad.
La trama de las relaciones y las
historias interpretadas
La
esfera de los asuntos humanos representa la fusión entre acción y discurso,
donde existimos como seres que actúan y hablan en un mundo de hombres donde nos
dirigimos y revelamos el objetivo de los asuntos del mundo y las cosas. La
esfera está formada por toda aquella trama de las relaciones humanas, la cual
aparece cuando los hombres conviven juntos.
La
acción es real y produce historias con o sin intención, estas historias
reflejadas en documentos y monumentos, son visibles objetos u obras de arte,
que son contadas y se trabajan en toda clase material. La historia resultado de
la acción y el discurso revela un agente, el cual no es el autor o creador,
simplemente es la manifestación de una repetición.
La fragilidad de los asuntos humanos
Al
leer el titulo del apartado podemos concluir que todo en la vida es frágil y
sufre consecuencias y aspectos que modifican su naturaleza por la cual fueron concebidos. Partiendo de
dicho elemento Hannah Arendt nos indica que la acción a diferencia de la
fabricación nunca es posible en aislamiento, es decir, que estar aislado es carecer de la capacidad de
interactuar. La acción y el discurso van de la mano y se necesitan mutuamente
bajo la trama de los actos y palabras de los hombres.
La
acción actúa sobre humanos que tienen la capacidad de actuar entre sí, este conjunto
de acciones y reacciones genera respuestas que pueden afectar a los demás, ya
que un acto y el discurso pueden generar cambios en cualquier magnitud. La
acción en mayor dimensión establece relaciones donde se realiza una tendencia a
forzar las limitaciones y cortar fronteras, donde se rompen las áreas de
comodidad.
La solución griega
El
hombre para poder actuar tenía que asegurar un espacio específico y construir
una estructura en la cual se realizaran las acciones, representando el
espacio de la esfera pública de la
polis. La acción al tener relación con la parte pública y la actividad que la
establece, asume una interpretación en
el aspecto de la esfera política en la cual opera en conjunto para compartir
palabras y actos.
La
polis es aquella organización que surge de actuar y hablar en conjunto y se
maximiza a través de las personas que viven juntas para un propósito en común.
La acción y el discurso crean un espacio de participantes que pueden ubicarse
en un tiempo y lugar, es aquí donde se refleja el espacio de aparición, es
decir el espacio donde aparezco entre otros que aparecen ante mí, donde
aparecen de manera explícita.
El poder y el espacio de la aparición
El
espacio de aparición se concreta bajo el discurso y la acción de los hombres,
es aquí donde parte a la esfera pública y resulta en varias formas de gobierno
en la cual se puede organizar dicha esfera. El poder es aquel que mantiene el
espacio de aparición entre hombres que actúan y hablan bajo la existencia de la
esfera pública, este poder surge entre los hombres cuando actúan en conjunto y
desaparece en el momento en que se dispersan, es por esto que representa algo
independiente de los factores materiales o medios.
El
poder como la acción es ilimitada y no se ve afectada por el aspecto de la
naturaleza humana, su única limitación se ve reflejada en la existencia de
otras personas, pero dicha limitación no es accidental, ya que la el poder
corresponde a la condición de la pluralidad. El poder conserva a la esfera
pública y al espacio de aparición, ya que representa lo vital del artificio
humano.
Todos
estos elementos representan un enlace que necesitan uno del otro para
funcionar. El no contar con la acción, trae como resultado el no contemplar
nada nuevo, sin el factor del discurso no se puede materializar nada aunque sea
de manera de reconocimiento ya que no existiría lo nuevo es decir, no hay
memoria sin la permanencia del artificio humano, al no tener poder desaparece el espacio de aparición que
se realiza a través del discurso y la acción y se desvanece los actos y las
palabras.
El Homo Faber y el espacio de aparición
En la esfera pública se da el espacio donde aparecen e interactúan
los hombres, donde se encuentra el trabajo de sus manos o la labor de su
cuerpo. El homo faber considera que los productos del hombre pueden ser
duraderos y en mayor cantidad en comparación al propio hombre, es por esto que
ambos tanto el homo faber como el animal laborans son apolíticos ya que
denuncian al discurso y la acción como simple elementos de ociosidad.
El homo faber interactúa en un mundo donde se encuentran sus productos y todos los elementos
que puede agregar al mismo, el mundo sin embargo sigue bajo la presencia de los
demás que también son fabricantes de cosas. El espacio de aparición y el
debilitamiento del sentido común conforman una alienación que va al extremo de
la sociedad laborante a diferencia de la sociedad de productores.
El movimiento de la labor
En el capítulo sobre la labor la autora nos muestra como
esta actividad representa la vida misma y nuestro compromiso con nuestro cuerpo
y sus necesidades de poder mantenerse con vida. En la naturaleza del laborar se
crea un conjunto de individuos que laboran en conjunto con un fin único, aun
cuando se trabaje de manera íntima e individual, la sociabilidad que surge a raíz de de poder
cubrir nuestras necesidades biológicas no tienen como resultado la igualdad,
sino la identidad.
La identidad que se encuentra en un grupo o sociedad está
relacionada con la experiencia somática de laborar juntos donde se crea un
ritmo donde los laborantes pueden sentir que no son individuos sino realmente
uno con todos los otros.
La tradicional sustitución del hacer por
el actuar
La acción y sus calamidades derivan de la condición
humana es decir la pluralidad, esta condición sine qua non para el espacio de aparición
representa la esfera pública. Hannah Arendt expone la concepción de la separación
del saber y hacer de Platón en la cual la raíz de todas las teorías de dominación
no son simples justificaciones de una irresponsable voluntad del poder.
El deseo de sustituir o separar el hacer por
el actuar se da con el fin de conceder a la esfera en el área de los asuntos
humanos la solidez y firmeza al trabajo y fabricación, donde se hace más
aparente la esencia de su filosofía y la doctrina de las ideas. Esta transformación
se da con el fin de aplicar la doctrina de las ideas políticas y con un propósito
de eliminar el carácter de fragilidad de los asuntos humanos.
La sustitución
del hacer por el actuar y la concomitante degradación de la política representa
los medios para obtener un fin, lo cual representa la mejor prueba de
persistencia de la terminología del pensamiento y teoría política, empleando la
categoría medios fines.
El carácter procesual de la acción
La fuerza
del proceso en la acción no se agota en un aspecto individual, por el contrario
crece y se multiplica, este resultado es aquello que perdura en la esfera de
los asuntos humanos, la permanencia es independiente de la caducidad del
material y mortalidad de los hombres como la permanencia de la propia vida del hombre.
El proceso es un acto que puede perdurar en el tiempo hasta el fin de la
humanidad.
Las ciencias
naturales se han convertido en ciencias del proceso y tiempo después en
procesos sin retorno, esta indicación nos muestra que la habilidad para actuar,
trae nuevos procesos de comienzo, sin precedentes cuyo resultado es eventual e
incierto, ya que interactúan en la esfera humana o en la natural.
Irreversibilidad y el poder de perdonar
El remedio
contra la irreversibilidad en el cual se parte del proceso de actuar, surge de una facultad elevada de la misma
potencialidad de la acción. La redención del predicamento de irreversibilidad
es el poder ser incapaz de deshacer lo hecho, la facultad de resolución de este
aspecto es el perdonar. Ambas facultades como es el caso de perdonar que sirve
para deshacer los actos del pasado y la de obligar mediante promesas, sirve
para establecer el futuro por definición, y relación de los hombres.
El perdonar
y prometer son dos facultades que dependen de la pluralidad, esto quiere decir
de la presencia y actuación de unos con otros como humano, ya que uno mismo no
se puede prometer y sentirse ligado en sí mismo. Las promesas realizadas en
soledad carecen de realidad y representan el papel desempeñado ante el yo de
uno mismo.
El perdón
es el extremo de la venganza, la cual actúa en forma de reacción contra el
pecado, el perdonar es la única reacción que no reactúa simplemente, sino que actúa
de manera inesperada y libre de sus consecuencias, lo mismo es quien perdona
que aquel que es perdonado.
La alternativa
que surge del perdonar aunque de manera ilógica y opuesta es el castigo, ya que
ambos tienen como fin terminar algo sin
interferencia. El argumento de perdonar
y actuar está relacionado con el destruir y hacer, en la cual se deriva del
aspecto del perdón y el deshacer para mostrar un carácter del acto mismo.
La imposibilidad de predecir y el poder
de la promesa
La no
predicción que disipa parcialmente el acto de prometer representa la doble
naturaleza, que surge de la oscuridad de nuestro corazón humano , sin embargo
la facultad de prometer es dominar esta doble oscuridad de los asuntos humanos
lo que trae como resultado la única alternativa a un dominio que confía en ser
dueño de uno mismo.
El poder
que se genera cuando se actúa de común acuerdo, representa la fuerza que las
mantiene unidad a diferencia del espacio de aparición. La capacidad de predecir
representa la superioridad de disponer del futuro como si fuera el presente, ya
que representa la propia dimensión en la que el poder puede ser efectivo.
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