lunes, 9 de septiembre de 2013

YERALDINE ABREU - CAPITULO IV - "SOBRE LA REVOLUCIÓN"



UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS
ESCUELA DE ESTUDIOS POLITICOS Y ADMINISTRATIVOS
SEMINARIO: HANNAH ARENDT.



“SOBRE LA REVOLUCIÓN”
RESUMEN





PROFESOR: EDGAR PÉREZ
ALUMNA: YERALDINE ABREU
C.I:18.600.699
CARACAS, AGOSTO DE 2013

Capítulo IV: Fundación I – Constitutio Libertatis

Hannah Arendt,  en este cuarto capitulo, hace un recorrido para que se comprenda, el como  las revoluciones, deben diseñar el espacio  público, pues este espacio, generara la libertad. Al hablar de  Constitutio Libertatis, hay que primero desmontar dos significados de la palabra constitución, los cuales parecen totalmente diferentes.
El primero, el acto de constituir, crear, fundar algo, y el segundo, al que se refiere a la ley y norma de gobierno, por ende es imposible llamarlos con el mismo nombre y esperar los mismos resultados de aquellas “…constituciones que un gobierno no revolucionario adopta a causa de que el pueblo y su revolución han sido incapaces de constituir su propio gobierno y aquellas otras “constituciones” que “procedían- según la expresión de Gladstone- del despliegue de la historia” de una nación o eran resultado del designio consciente de todo un pueblo para fundar un nuevo cuerpo político.” (pp.146)
Ahora bien, cuando Hannah Arendt, habla de constitución como “Ley”, toma como ejemplo la diferencia entre aquellas constituciones de países anglosajones y no anglosajones, donde los anglosajones, utilizando la constitución, forman su propio gobierno, y en el caso de los no anglosajones, existe una constitución impuesta por el gobierno sobre el pueblo. Y luego hace una crítica a las restantes constituciones del resto dl continente americano, dejando a un lado la de Estados Unidos, pues esta, sólo se basaron en la interpretación de los derechos inalienables. Estas constituciones significaban el establecimiento de un sistema de poder nuevo, pero no se preocuparon en comprender la importancia de la fundación, y la importancia de la República. Lo que pareciera que marca la inclinación de la autora al republicanismo

Sin embargo, Arendt no sólo se basa la constitución vista como una ley o normativa,  sino en el poder constituyente, el cual puede establecer la norma fundamental de un ordenamiento jurídico, dando como resultado el origen de un Estado.
Define también, que la aplicación de un gobierno constitucional significa el establecimiento de un gobierno limitado por el derecho, con libertades civiles, por medio de la constitución.
Por otro lado realiza una serie de comparaciones entre la revolución francesa y la revolución norteamericana, para comprender si ambas fueron revolucionarias en si, exitosas o por lo contrario fueron reflejo de una inspiración fracasada.
La Revolución Norteamericana: Inspirada por Montesquieu,  exigía que los derechos fueran disfrutados por todos, con un gobierno constitucional. Necesitaba crear nuevos centros de poder,  a fin de que generar la  República.
En cuanto al pacto social, en esta revolución, se vincula con Locke, donde el gobierno estaba en la obligación de cumplir porque de lo contrario se tenía que disolver.
La revolución norteamericana  se da frente a una herencia dejada por una monarquía limitada, es más, esta revolución no se da en contraposición a una figura de un tirano sino de un régimen

La Revolución Francesa: Inspirada por Rousseau,  exigía la existencia de unos derechos inherentes a todo hombre desde su nacimiento. Proclamaban la existencia de derecho con independencia y al margen de todo el cuerpo político,  donde el  propósito en términos Arendtianos, consistía en proclamar la existencia de los derechos humanos.
En cuanto al pacto social,  existía un vínculo con el contrato social de Hobbes, donde el hombre debía ceder su capacidad de hacer justicia por sus propias manos a un ente superior, con la finalidad de que los hombres vivieran en orden y tranquilidad, pero no dentro del estado de naturaleza.
En la revolución francesa, respondía frente a un poder absoluto. Es a partir de este punto cuando Arendt expresa indirectamente su descontento con la filosofía occidental, la cual trata de adaptar la concepción de la naturaleza humana en las ciencias sociales como un hecho metafísico, y habla del habla del problema de la creación de un absoluto, visto este como un poder incuestionable, metafísico, que trasciende todas las esferas.
 Para la autora el problema más grande que tuvo la mal llamada revolución francesa fue que utilizo el absoluto,  como un contrincante que debía ser derrocado, produciendo así que la revolución se desvirtuara totalmente, ya que no se buscaba encontrar la libertad en términos Arendtianos,  sino que se buscaba la lucha entre los buenos y los malos.

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