Acción
Este capítulo comienza explicando que los
hombres son iguales y diferentes por si mismos, es decir, iguales en su
condición de seres humanos, característica que les permite entenderse y planear
las condiciones para vivir a futuro, y diferentes entre ellos mismos, porque si
fuesen idénticos todos los hombres, no tendrían entonces la necesidades de
comunicarse a través del discurso. Es el discurso y la acción lo que los hacen
distintos, diferentes de otros seres vivos y los hace únicos.
La acción y el discurso son fundamentales
para la existencia del hombre, ningún hombre puede renunciar a ellas y
continuar viviendo, los hombres pierden su condición humana si renuncian a la
palabra. La palabra y el acto insertan al hombre en el mundo, es una especie de
segundo nacimiento, en el primero viene el hombre a la vida como un ser nuevo,
y con la palabra se inserta al mundo compuesto por otros hombres, donde tienen
la iniciativa de comenzar algo nuevo, de crear, acción que no necesariamente
está condicionado por el contacto con otros hombres, sino es intrínseco en la
condición de humano.
También se plantea sobre la vida en la
tierra que la misma es un milagro, porque es algo que antes no existía, cada
vez que nace un ser humano, esta nueva vida representa un milagro, y como todos
los hombres son únicos, lo mismo pasa cada vez que uno nace, ocurre un milagro
único, y por único se entiende que antes de éste no existió otro en su lugar.
El hecho de nacer como el comienzo de la vida, es la acción, en tanto que el
discurso es la distinción y la realización de la condición humana, vivir como
ser distinto y único entre iguales.
Otro de los aspectos que resalta el
capítulo es la relación del discurso entre quién habla y quién es el agente, en
esta misma línea la historia de la humanidad es una narración, la cual es el
resultado de la acción, no es una historia planificada, por lo tanto no tiene
un autor visible o invisible, debido a que la historia simplemente sucede y ya,
no es premeditada.
La acción y el discurso necesitan de
otros, no puede estar aislado porque no se daría con plenitud la acción y la
palabra, necesita de sus semejantes para actuar en conjunto, sino cuenta con
los mismos, su acción y por si la historia se encuentra en riesgo, porque a
pesar que el hombre sea fuerte, no es un ser autosuficiente para cumplir con
todas las cosas necesarias para perdurar su vida en el mundo.
Sobre el poder y el espacio de aparición,
este último aparece cuando el hombre se agrupa, se organiza y da paso a la
esfera pública que es el espacio de aparición de los hombres que actúan y
hablan, la cual es mantenida por el poder, a su vez el poder no depende de
números o medios, es decir, un grupo de pequeños hombres puede gobernar grandes
masas siempre que estén bien organizados, y esa organización es lo único
indispensable para la generación del poder.
El homo faber basa la duración en el
tiempo en sus obras, en lo que ha creado, considera que eso puede trascender
más que la misma existencia del hombre. La característica intelectual del
hombre permanece ante “la terrible humillación”, mientras que la obra del
artista o escritor, es “sentir que se convierte en el hijo de su obra” en la
cual siempre se verá reflejado como en un espejo.
La transformación de la acción en hacer
se puede comprobar con la terminología del pensamiento y de la teoría política,
la cual hace casi imposible tratar estas materias sin emplear la categoría de
medios y fines. Por lo tanto existe una relación medios-fines, que se deben
cumplir para lograr el propósito esperado. En el mundo se ha dado una
sustitución de hacer por actuar en la degradación de la política en medios para
obtener un fin.
Ser perdonado es una acción que ayuda al
hombre a librarse de las consecuencias de lo que ha hecho, de no ser así, la
capacidad para actuar, quedaría condenada a un solo acto del que nunca podría
redimirse. Sobre los hombres recae el peso de tener que cumplir con las
promesas, esto lo ayuda a mantener su identidad, comprobándola ante la esfera
pública en la relación del que promete y el que cumple. Existen principios
guías que ayudan a equilibrar las relaciones, pero estos deben ser cumplidos
por uno mismo, es decir, las actitudes deben comenzar desde uno hacia uno
mismo. El perdón es el extremo opuesto a
la venganza, es una acción que actúa de nuevo y de forma inesperada, así mismo
es en la doctrina de Jesús, donde el perdón representa la libertad para quien
lo da y quien lo recibe.
Al perdón se le suma la cualidad del
amor, donde solo quien ama es capaz de concederlo, el amor posee un inigualado
poder de autorrevelación, hecho que el cristianismo asume como sólo el amor
puede perdonar.
La promesa también tiene parte en este
capítulo, donde se presenta como una alternativa para poder gobernar. Las
promesas les
dan una cierta superioridad a las personas, la misma recae en poder disponer
del futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario