miércoles, 11 de septiembre de 2013

Ensayo Final. Shearly López.



Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Escuela de Estudios Políticos y Administrativos
Prof. Edgar Pérez. Alumna: Br. López N. Shearly D. C.I: v-19.199.994
Seminario: La Contemporaneidad del Pensamiento Político de Hannah Arendt.


            La particularidad esencial con la que se encuentra formada la comunidad internacional hoy en el siglo XXI muestra una significativa organización en los procesos de las Relaciones Internacionales, en el cual interactúan todas las naciones del mundo con un fin único de orden, y reconocimiento internacional para distinguir una presunta soberanía nacional. Característica que se hace común en todos los grupos de naciones que aparte de que buscan un reconocimiento, desean ser partícipes en la toma de decisiones que pudiesen afectar el sistema Internacional. Y es que no solamente se trata de un asunto político, sino cultural y económico, ya que gracias a la diversidad que posee nuestro  mundo, hoy en día las alternativas de ideas se hacen cada vez más expresivas, en un plano antagónico que revela la lucha de intereses de mucho quienes convergen en este palestra.

            Los múltiples organismos que hoy en día regulan las relaciones Internacionales, colaboran sin duda alguna en un llamado equilibrio de poder, que magnifica las más significantes normas que regulan las relaciones entre las Naciones. De esta manera lo que son organismos Internacionales, como la Organización de la Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA), La organización Mundial del Comercio (OMC), la Corte Internacional de los Derechos Humanos (CIDH), La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), entre otras se rigen bajo estándares contemplados en el derecho internacional, con el más sentido de estricto cumplimiento ante los acuerdos, convenciones, pactos y voluntades que manifiesten los participantes. Es así como se crea un cuerpo político que alberga el sentido de la esfera pública, entendiéndose esta como el lugar donde se sostiene lo común en tanto que relaciona y tiene legitimación, en este caso específico sería las Naciones, ante los diferentes organismos internacionales de los que hacen vida.

            Para dar paso a lo que se concibe Hannah Arendt como poder, se entiende que el poder es una relación constitutiva entre los hombres, en el caso de nuestro tema corresponde a la comunidad internacional,  poder que se refleja sólo cuando existe acción y discurso, y que se concentra en la pluralidad (como condición de distinción tanto de la acción como del discurso)  albergada en la idea de voluntad general, y que no obstante no existe un ente superior a estos que les otorgue este poder, sino más bien este carece de sentido cuando no existe la interacción en el espacio público de los mismos quienes los integran. Bajo este concepto de poder, se tiene que en la esfera pública de la comunidad internacional, el poder converge entre las naciones pero no como lo concibe Hannah Arendt,  bajo los sistemas reguladores bien sea en el aspecto económico, de derecho internacional, de temas políticos, de derechos humanos, de salud, medio ambiente, en fin de todo tema que sea de importancia y que trascienda sin duda desde su sistema coaccionarío o voluntario, las consecuencias más significantes del poder, en tanto que afecte en lo interno a las naciones en su respectiva soberanía, y en los externo a las Relaciones Internacionales. Y es que no se concibe el poder como hace referencia la autora porque no todos participan en la condición humana de pluralidad, sino que nos encontramos en un sistema representativo, donde la idea de todos los habitantes del planeta tierra no tienen cabida en las discusiones de trascendencia Internacional, sino que más bien esas discusiones se ven representadas en el argot de los políticos, internacionalistas, y demás personas en el ramo del interés que se discuta, pero que no se nota en su más mínima expresión como podría ser el que un educador, una ama de casa o un mecánico den una idea sobre el acontecer internacional bien sea para dar una opinión u ofrecer una solución a las necesidades de la comunidad internacional, ya que ellos no pertenecen a ese argot.

            Sin duda la voluntad general expresada en los acuerdos de la comunidad internacional que tienen cabida hoy en día, se establecieron bajo una serie de necesidades que involucraban a la mayoría de los que hoy rigen ese sistema; ejemplo explicito es el de la creación de la Organización de la Naciones Unidas (ONU), creada en 1945 al finalizar la 2da guerra mundial con la finalidad de facilitar la cooperación entre las Naciones en diferentes materias, garantizando su paz y seguridad internacional, que en principio buscaba que no se diera de nuevo un declive en las relaciones internacionales y produjese otra guerra mundial. Cómo este hay muchos ejemplos de organismos que contribuyen hoy a una asociación de individuos con un grado de legitimidad que ayudan a mantener el sistema internacional de acuerdo a la materia que le competa, y que sin duda albergan esa cuota de poder en a que Hannah Arendt podría hacer referencia, pero que sin duda no es un poder absoluto pues este no alberga la credibilidad o legitimidad de todos, sino que más bien están en una trama de relaciones donde se relacionan en una esfera pública, pero a merced de sus intereses y promesas. Cuando ya un sistema no pueda mantenerse en esa esfera pública, simplemente el poder que les era inherente gracias a su asociación desaparece; en este caso si no existe un acuerdo que mantenga a la comunidad internacional lo que se conoce como esa “cuota” de poder simplemente desaparecería.

            Hoy en día se puede evidenciar como el poder  que tienen en representación esta comunidad internacional ante su pluralidad como Naciones, se ve puesto en peligro porque la debida participación de las mismas Naciones al parecer no tiene un equilibrio reaccionario, sino que más bien muchas de las naciones participantes tienen cierto grado de inmunidad y privilegio que sin duda deja en desventaja a otros en cuanto al poder de decisión se trata, y es que se supone que todo individuo desde su condición humana de natalidad como haría referencia la autora tiene la capacidad de generar una idea accionaria y en su carácter plural que lo diferencia con el resto de los individuos; sin embargo ante las necesidades inherentes de unos cuantos, la toma de decisiones no se hace en una equitativa participación sino que más bien se deja en la palestra Internacional a merced de los que salgan menos desfavorecidos por así decirlo.

            Entendiendo por completo como el poder se genera en el sistema internacional, pasamos a un plano no menos importante y es el de la Acción entendida como la capacidad inherente que tiene el hombre para iniciar, conducir, comenzar algo, capacidad que está consustancialmente involucrado con la natalidad en su principio de condición humana; de igual forma se concibe al Discurso corresponde al medio comunicativo en a expresión de ideas, que está relacionado con el hecho de distinción en la condición humana de la pluralidad, ya que es allí donde gracias al discurso de un individuo se hacen visibles las diferencias como seres únicos entre iguales. Cabe destacar que entre la Acción y el Discurso no existen distinciones, y que estos no pueden darse aisladamente de la condición humana de la pluralidad, en su deber y ejercicio del mismo, la acción y el discurso están condicionados por su entorno más no se encuentra determinados en la esfera pública.

            Analizando la Acción y el Discurso bajo la lupa de las Relaciones Internacionales, nos daremos cuenta de que estamos limitando la capacidad de la humanidad a unos cuantos individuos que de alguna manera hacen vida y trabajan en el quehacer político diario de las relaciones Internacionales, y que por consiguiente sólo representan a la mayoría de los ciudadanos de las respectivas Naciones, y es que Arendt mitifica la idea de que toda posibilidad de realidad política debe involucrar a todos los individuos en una esfera de pluralidad para que cada quien pueda expresar sus ideas, y como dé lugar ir desarrollando un proceso armonioso en la esfera pública, sin embargo está conjetura en la época actual obviamente desaparece para la concepción de Arendt porque no existe una participación de todos, sino más bien una representación de unos por los otros, aunque se mantenga un horizonte político, en este caso la buena relación entre las Naciones, bajo el “estricto” cumplimiento de las normas a las que se someten las Naciones en la comunidad internacional y los acuerdos convenidos.
De igual manera se tiene que hoy en día el discurso que manejan muchas de las naciones, que obviamente arraigado a sus intereses no cumplen esa esencia que enmarca en lo que significa discurso para Arendt, y es el hecho de persuadir una idea propia de un individuo bajo términos deliberativos y argumentativos, ya que hoy en día los discursos están condicionado al  hecho de un discurso persuasivo instrumental que busca convencer para un proceso de marketing.

            Habiendo evaluado estás ideas en la esfera internacional, se puede concluir que la condición humana participe en la pluralidad con su accionar de Poder, bajo las premisas del discurso y acción, si bien están presentes en el acontecer Internacional, no están de la forma como lo concibe la autora Hannah Arendt, sino que más bien está arraigado ante la situación representativa de necesidades congruentes en el entorno de la soberanía Nacional, y que solo deja espacio ante la disyuntiva de las necesidades comunes a todas las Naciones. Porque fácilmente se evidencia el choque cultural que tenemos hoy en día, y de cómo esto genera conflicto de intereses que sin duda, el poder se ve afectado en la no equidad del mismo, y en la oscura participación de ideas inherentes a una persuasión que no busca en muchas ocasiones socavar los intereses de toda la humanidad. Para entender está ultima relación, se tienen ejemplos explícito sobre el conflicto de Estados Unidos con Siria, con respecto a la invasión militar por parte de la primera nación en potencia, ante la Nación Siria que es acusada de delitos en contra de los derechos humanos, cuestión que siendo ambas naciones pertenecientes a la comunidad internacional, no tienen intereses comunes porque una busca iniciar la guerra y otra detenerla, este como un caso político. Otro que puede ser controversial para muchos es la firma de los tratados sobre el medio ambiente, donde si bien se busca un fin común para todos, no obstante a todos los países no le convienen estos tratados, ya que se verían perjudicados en sus necesidades propias.
           
             

Referencias: Arendt H. La condición Humana, Paidos Editores.

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