martes, 10 de septiembre de 2013

Capítulo V

  
Larry Tadino

Capítulo V.- Fundación: Novus ordo Saeclorum.

Poder y autoridad son diferentes de Poder y violencia y Arendt las diferencia en este capítulo, demostrando que la violencia no siempre es sinónimo de poder ni fuente de autoridad. Para comenzar Arendt nos explica que para ambas revoluciones la concepción de que el pueblo es la fuente y el origen del poder, era esencial para los revolucionarios, pero que tenían en cada revolución distintas formas de concebir el poder. Arendt  hace una clara diferencia entre las nociones de poder en la revolución americana y revolución francesa.
Para los franceses el poder era una fuerza natural donde la multitud es llevada a un estado de naturaleza y la violencia los dirige, en palabras de Arendt:
“Cuando los hombres de la Revolución francesa decían que todo el poder reside en el pueblo, entendían por poder una fuerza «natural» cuya fuente y origen estaban situadas fuera de la esfera política, una fuerza que había sido liberada en toda su violencia por la revolución y que había barrido, como un huracán, todas las instituciones del Ancien Régime. La intensidad con que operó esta fuerza les llevó a conside­rarla sobrehumana y a concebirla como el resultado de la violencia acumulada de una multitud que se movía al mar­gen de toda obligación y de toda organización política.” (p.249)
Los franceses no sabían distinguir entre poder y violencia. A diferencia de los norteamericanos los cuales, que según Arendt conciben el poder como una fuerza que surge cuando los hombres por común acuerdo firman pactos y confían en el otro. En palabras de Arendt:
“Los hombres de la Revolución americana, por el contrario, entendieron por poder el polo opuesto a la violencia natural prepolítica. Para ellos, el poder surgía cuándo y dónde los hombres actuaban de común acuerdo y se coaligaban me­diante promesas, pactos y compromisos mutuos; sólo un po­der tal, basado en la reciprocidad y en la mutualidad, era un poder verdadero y legitimó” (p.250)
 Esta diferencia representa según mi parecer un punto fundamental para comprender como se desarrollaron ambas revoluciones, mientras los franceses creían que la violencia descontrolada era poder, los norteamericanos creían que el poder surge mediante los pactos entre hombres que persiguen los mismos fines.
Arendt en otra parte del capítulo nos explica el rol de los cuerpos constituidos en las revoluciones, mientras que en la francesas los cuerpos constituidos pertenecían al régimen antiguo, y por esto carecían de vínculos con el pueblo y estaban establecidos por privilegios, fueron eliminados por la revolución, dejando Francia en un estado de naturaleza sin estructuras políticas establecidas. En América los cuerpos constituidos por los hombres organizados, son los que se oponen a la corona y mediante estos cuerpos constituidos se organizan para sentar las bases de lo que será la nueva república.
En este capítulo se trata también sobre la preocupación de los revolucionarios de tener la legitimidad para realizar sus acciones, sobre que base ellos podrían instaurar un nuevo gobierno de leyes y no de hombres, como constituirían las nuevas leyes y sobre que basa tendrían la autoridad para crear las nuevas instituciones, para todas estas preguntas los revolucionarios encontraron una respuesta: Roma y Grecia.  Según los revolucionarios, los romanos y griegos fueron inspirados por un ser supremo para crear las leyes, y mediante la aceptación del poder de este ser supremo estos, los romanos y griegos, aceptarían el gobierno de las leyes.
Pero Arendt, en una revisión a como se conforman las leyes en Grecia y Roma, explica que en Grecia las leyes las formaba un extranjero, alguien que no pertenecían a la polis, y por eso las leyes eran prepoliticas. En Roma, la lex era una relación entre hombres o cosas, y no era pre política, las leyes se establecían mediante acuerdos entre bandos opuestos, como patricios y plebeyos.  Montesquieu,  fue el único de los pensadores pre revolucionarios que explico a las leyes como el producto de la relación entre los hombres o las cosas, y como inspiración divina para regular a los hombres  por encima de estos.
Los revolucionarios encontraron en la formación de una constitución, inspirados por la tradición hebreo-cristiana de respeto a una norma superior sin cuestionamientos, los mandamientos, una nueva forma de legitimarse, la revolución se establece como gobierno legitimo cuando promulga una constitución que da vida a una estructura política institucional que garantiza las libertades. En esto los norteamericanos tuvieron éxito, lograron con el culto a la constitución desde un punto de vista religioso enaltecer tanto a la constitución como escrito como al acto mediante la cual fue constituida como producto de la voluntad general, que representara un poder permanente que siempre sea origen y principio de la república.
En la segunda parte del capítulo arendt, busca la relación que existe entre los antiguos, Grecia y Roma y la fundación de la república norteamericana, Una relación que se basa en la Interrelación que se da entre Fundación, Aumento y Conservación, donde la fundación de la república no se ve nunca detenida, y es trabajo de los sucesores continuar ampliando las bases de la república, en la revolución americana las bases de la república están en la revolución, por esto la autoridad reside en la corte suprema, la única capaz de modificar la constitución, según Wilson un autor citado por Arendt, es como una asamblea constituyente en sesión permanente.
En la revolución americana, los padres fundadores, se colocaron ellos este sobrenombre, emulando a los padres de la república ro mana, puesto que ellos sabían que su función era solo el inicio de la república, pero que sus sucesores tenían las funciones de conservar y aumentar el tamaño de la república, bien sea con reformas o leyes nuevas.
Los revolucionarios estaban inspirados en dos relatos principalmente, en el de la huida de Egipto, donde los hebreos dirigidos por Moisés escapan de Egipto, y la Eneida, donde Virgilio nos relata como Eneas, escapa de la aniquilación de Troya y tras muchas penurias desembarca en la península itálica. Estos relatos tienen  como base común, que son historias de liberación, donde un hombre es el encargado de dirigir el proceso y al final se erige una ciudad como representación de un nuevo orden o de un orden restaurado. En estos relatos,  se puede entender que luego de la violencia es que los hombres pueden lograr la paz, como si la violencia siempre fuese necesaria para el hombre, pero Arendt contradice esto, puesto que los romanos preferían tener como origen a Eneas y su acuerdo con los nativos para la formación de roma, que a Rómulo que mato a remo para fundar la ciudad, lo que quiere decir que las causas nobles, los acuerdos, la paz siempre inspirara a los hombres mas que la violencia o el someter a el otro. La Frase novus ordo saeclorum, es una modificación de la frase Magnus Ordo Saeclorum, porque los americanos comprendieron que ellos no querían una refundación del orden, sino un orden completamente nuevo. Asi como Arendt dice:
“La Revolución americana, única en este sen­tido, hasta que, en nuestro propio siglo, se ha producido la ruina del sistema colonial europeo y el surgimiento de nue­vas naciones, fue, en buena medida, no sólo la fundación de un nuevo cuerpo político, sino el origen de una historia na­cional específica. Independientemente de cuál pueda haber sido la influencia de la experiencia colonial y de la historia precolonial sobre el curso de la Revolución y la formación de las instituciones públicas de América, su historia, como enti­dad independiente, comienza sólo con la Revolución y la fundación de la república” (p. 292-293)



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