martes, 10 de septiembre de 2013

Yanella Martins. Trabajo Final.





Universidad Central de Venezuela

Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas

Escuela de Estudios Políticos y Administrativos

Cátedra: la Contemporaneidad del Pensamiento Político de Hannah Arendt

Profesor: Edgar Pérez






Análisis del discurso del actor político bajo la visión de Hannah Arendt y su degradación a través del tiempo en la vita activa






Alumna: Yanella Martins


Caracas, 10 de septiembre del 2013





 “…sin el acompañamiento del discurso, la acción no sólo perdería su carácter revelador, sino también su sujeto, como si dijéramos; si en lugar de hombres de acción hubiera robots…”[1]así Arendt refleja la importancia del discurso en la acción. La historia que a través de los hechos construye el actor político está reflejada por las acciones y las palabras que haya podido emplear en su momento, bajo alguna circunstancia prestablecida, sin embargo no todos las acciones han permanecido en la memoria tras generación en generación, solo las grandes acciones y las grandes palabras. Es por ello que en el presente ensayo analizaremos el impacto discursivo del sujeto político en la esfera pública y su degradación a lo largo del tiempo.

En cada acción es imprescindible tanto un propósito como un actor que esté acompañado por el discurso tal como lo plantea Arendt porque una acción sin discurso y sin una persona ligada a ella, no tiene ningún significado, por el contrario,  carece de él, por ende el discurso no es sólo un acompañante del discurso sino una condición sine qua non para la producción de un hecho que independientemente de sus consecuencias, permanecerá en la memoria, es así como a pesar de los logros o fracasos de las acciones, de lo bondadoso o malévolo que hayan podido ser algunas personas, son recordados, no sólo por su vida sino por el significado de esos hechos que de no ser por ellos quien sabe y se fueran dado, es el caso por ejemplo de Martin Luther King o de Hitler, de Tatcher, de Lincoln, de Chávez, de Mandela -por decir solo algunos-, aunque aquí nos encontramos con un problema y es el de que ningún actor propone un significado del hecho mas que el autor o historiador que sólo un tiempo después lo interpreta a su manera, pero no quisiera concentrarme en esto ya que caeríamos en un laberinto sin salida. El propósito de este ensayo no es hacer un estudio hermenéutico acerca de las distintas significaciones de los términos lingüísticos, tampoco hacer un estudio historiográfico acerca de la variedad de lenguajes en que pudiera ser expresada la argumentación política ya que eso nos llevaría mas que un ensayo, seria el objeto de estudio de un trabajo de investigación, sino determinar primero el impacto en la sociedad del discurso político y segundo como se ha tergiversado desde la antigüedad o en el auge de la esfera pública hasta nuestros dias. Es por eso que no importará utilizar referencias de autores con ideologías y formas de pensar diferentes, pues lo que nos interesa son las formas del uso del lenguaje y el propósito que en algunos casos tiene.

Arendt en su capítulo de la Acción y al hablar del agente del discurso y su revelación propone dos cualidades, la primera es la distinción que es propia de la vida orgánica y es la que permite distinguirnos de otros hombres y de los animales, de todo lo que refiera a la vida orgánica mediante el discurso por eso nos interesará mas que la alteridad la cual permite que el hombre distinga una cosa de otra o él mismo de algo, algún objeto inorgánico.

La noción de discurso de Arendt la relacionaremos con la primera y la tercera dimensión de las tres que expone Van Dijk en su libro el discurso como estructura y proceso, a saber, el uso del lenguaje, y la interacción de las relaciones sociales que bajo la visión de Arendt se centra en la esfera pública, nos interesa menos las ideas o creencias que expongan sino sólo la incidencia del discurso por parte del sujeto en la configuración de una acción política. Para ello se debe tener en cuenta tanto el contexto en el que se maneja un discurso como las palabras que se utilizan en él. El origen de la noción de discurso se encuentra en la filosofía moderna que expresa menos los hechos más que las condiciones de posibilidad. El sujeto político a la hora de aparecer ante la esfera publica expresa en  su discurso no el hecho -porque todavía no se ha realizado- sino el propósito del acontecimiento y para ello debe de haber un mínimo de concretismo en el hecho que quiere realizar; el problema está en que no siempre sucede eso. La evolución del discurso desde la Antigüedad a nuestros días se ha invertido hasta tal punto de que es irrelevante para las masas si la el sujeto político usa las palabras metafóricamente con el fin de confundir o engañar al pueblo o si declara su verdadera voluntad, es una cruel tergiversación que desde la Época Moderna  ha funcionado y hoy aún más.

El lenguaje más que el discurso es decir la construcción simbólica de la realidad es el único instrumento por la cual el hombre puede diferenciarse de los demás y principalmente de los animales. Permite comunicar lo que piensa, lo que siente, lo que ve, lo que parece y lo que es,así como lo que no es. Diría que es un arma tan poderosa que nada puede suplantarlo. Si llegase una generación la cual tuviera todas las habilidades menos el poder del habla el mundo fuese otro, sería sórdido –no económica sino socialmente, de hecho capaz ni existiría la sociedad- aunque no por eso no pudieran comunicarse ya que los mudos pueden hacerlo. Sin embargo mediante las señas las personas sólo proyectarían de algún modo un reflejo de ese sentir mas es imposible, desde este punto de vista, transmitir en el sentido estricto de la palabra lo que siento y pienso, a no ser que recurra a lo textual lo cual es otro medio de comunicación. Pero lo que si debo destacar es que el discurso oído no leído, hablado no escrito, en el cual nos concentraremos, ejerce una fuerza de acción sobre los otros que puede alterar los sentidos de los demás y provocar reacciones que ninguna otra cosa podría originar. Este es el caso no sólo del llanto, del grito, o del “erizo de piel” sino de la euforia o la impotencia, sensaciones que son más propensas a despertar alguna acción incontroladay lo más importante en la creencia en el hombrepor parte de los muchoscomo resultado del poder de uno, y ese poder no es personal sino el poder de la palabra que en sí misma inserta un chip en la mente de cada uno haciendo que creamos hasta en un Dios invisible. Ciertamente hay palabras que son mas poderosas que otras, este es el caso de fe, derechos humanos, libertad, justicia, paz, guerra, bien común, progreso entre otras que son comúnmente utilizadas dentro del discurso político.Como dijo Foucault  en el orden del discurso “el discurso no es simplemente aquello que traduce luchas o los sistemas de dominación, sino aquello por lo que, y por medio de lo cual se lucha, aquel poder del que quiere uno adueñarse”[2]. Es así como el discurso refleja la revelación del quien de la persona que se muestra o que “debería hacerlo” tal como es ante los demás.

         De esta manera los términos lingüísticos son uno, el lenguaje muchos pero existen varias maneras de emplearlos a través del discurso, lo nuevo no estará en lo que se dice, sino en el acontecimiento de su retorno. Pero no cualquiera puede emplear un discurso, debe cumplir con unas exigencias y estar cualificado para hacerlo, es por esto que el discurso de un personaje influye más que en el otro, recordemos que bajo la visión de Arendt los “productos” la acción y el discurso son los más fútiles de las tres condiciones humanas y por ende el único recurso que le queda es la expresión en textos convirtiéndose en objetos mundanospero necesarios para que permanezcan en la memoria por un tiempo ilimitado. Y ya no solo los textos sino también los videos, hace poco se celebró el 50 aniversario del discurso de Martin Luther Kingy asu vez una multitud de gente se reunión en el National Mall para escuchar el discurso que Obama como primer Presidente negro diría entorno al legado que dejo Luther King sobre los derechos de los negros en EEUU, en torno a ello se vieron documentales, fotografías que permiten que la nueva generación sepa acerca de dicho personaje y así sucederá permaneciendo en la memoria de la gente la acción y el discurso de varios personajes que como el revolucionaron a nivel político-social las condiciones en las  que vivían. Es por eso que nos enfocamos en el lenguaje hablado porque lo visual y lo oído llega directamente a nuestros sentidos, podemos trasladarnos mentalmente a la situación que en esa época vivían los negros al ver la realidad del momento en cambio lo escrito a veces no hace comprensible ni inteligible una situación. La importancia que le cataloga Arendt al discurso en la acción se puede ver en este caso así como en muchos otros. La importancia de la palabra es tal que es el motor para las revoluciones y cambios en todos los ámbitos, tanto políticos, como sociales, económicos y culturales. Sorprende darse cuenta que en la antigüedad nunca hubo una rebelión de esclavos exigiendo libertad, pero esto no porque no podían hablar sino quizás haya sido por los mismos preceptos de la época en los que el esclavo como ser condicionadode por vida a la labor, pensara que su habla no tendría ninguna repercusión en los cambios, así como también que estaban destinados a morir siendo esclavos o por la represión o miedo que tenía al rebelarse de su condición ante el amo como el caso del feudalismo; aunque no podemos negar que otras razones eran porque había una especie de conformismo en el que al menos “gracias al amo” tenia un lugar donde vivir, y un terreno del cual podía generar frutos para comer, era alguien en la nada.

Para Aristóteles la acción y el discurso constituían las herramientas para contar una historia suficientemente coherente independientemente de sus consecuencias. En la actualidad no hay mucha coherencia que digamos acerca de los hechos que están pasando en el mundo, un ejemplo claro son los objetivos de algunas potencias o países para ejercer alguna acción violenta en otro país, con un discurso de paz pero declarando la guerra, esto claro que no es nuevo, pero sigue pasando y el peligro no esta en su novedad como en su constante empleo y no caducidad. La coherencia pragmática se revela sólo para justificar un hecho que no tiene justificación alguna, aquí debemos dar cuenta del discurso del discurso como acción social, dentro de un marco de comprensión, comunicación e interacción que a veces forman parte de estructuras y procesos socioculturales mas amplios, porque el sujeto debe tener en cuenta para la formulación del discurso el cómo van a reaccionar el populus si digo esto o aquello, y lo más importante en recibir apoyo de su parte por ejemplo volvemos con Obama que al ser Presidente del país categorizado como Primera Potencia mundial obtuvo el apoyo del Congreso días después de ejercer una acción en Siria y esto solo se logro convenciéndolos de que su propósito es justo por el ataque de Bashar Al Assad a su mismo país. Pero no siempre, es decir, no todas las partes del discurso son igualmente accesibles hay unas que están escondidas por así decirlo y otras que están disponibles a la disposición de cualquier sujeto que hable, depende del tipo discursivo al que recurra el sujeto político. 

El discurso ha perdido su poder así como también se ha disgregado la heterogeneidad a la que hacia referencia Laclau y Mouffe (1985)que creaban un conjunto de enunciados, estos son los ricos, los pobres, los sabios, los ignorantes, hoy día el discurso es tal que cualquiera esta a su alcance, un politólogo puede emplear términos eminentemente médicos o psicológicos a su análisis discursivo así como alguien de la clase media puede usar el mismo discurso o hablar de la misma forma de alguien de la clase baja, así de igual forma el sujeto político puede utilizar el mismo lenguaje de un campesino y viceversa, esto sobre todo en los países populistas. Pero el poder del discurso, la influencia que anteriormente tenía –si es que todavía la tiene- ha decaído hasta tal punto que nada importa más que el presente.

Foucault expone cuatro principios que rigen el método discursivo un principio de trastrocamiento en el que según la tradición se reconoce la fuente de los discursos, un principio de discontinuidad en el que a veces los discursos se ignoran o excluyen, un principio de especificidad en la cual se concibe como una práctica que les imponemos y el que considero mas importante un principio de exterioridad en el que afirma que no hay que ir del discurso hacia su núcleo interior y oculto sino hacia sus condiciones externas de posibilidad que es lo que fijan los limites, el problema es que hoy día no hay limites discursivos, el discurso (lexis) sigue siendo el acompañante fiel de la acción (praxis) pero no hay patrones que lo rijan. Sabemos que es imprescindible que haya una tradición de discurso a la manera de SheldonWolin en el cual permite la comunicación entre contemporáneos en un lenguaje común que a pesar de que puedan variar sus significados, los conceptos y categorías siempre sonlos mismas, tenemos por ejemplo los conceptos de soberanía, Estado, pueblo, igualdad que varían de acuerdo a la situación de cada Estado-nación pero que en si constituyen la misma esencia. Esta tradición permite que haya una especie de cohesión social tanto en la sociedad en sus ideas, creencias, modos de vida, como en el estudio de la historia del pensamiento político.

El discurso para que sea creíble y válido exige un mínimo de verdad o coherencia en sus palabrasArendt afirma que “cualquier movimiento del cuerpo y del alma, así como del discurso y el razonamiento, han de cesar ante la verdad”[3], es decir que la verdad debe estar implícita en el discurso para que tenga validez, o por el contrario emplear las palabras claves para hacerles creer a los demás lo que de otro modo no seria; solo que al descubrirse la mentira o la demagogia política por parte del sujeto ante los demás, la decepción de los últimos es tal que permanece en la memoria de igual forma que podría permanecer una acción. Esto ha traído como consecuencia el desgaste del discurso político y la pérdida del poder que en un principio tenia. En esta era postmoderna donde como diría Pocock “lo actual y lo efímero sustituyen a la reflexión y a la identidad que se manifiesta en una trayectoria, nada tiene de particular que las palabras y la retórica reemplace a los argumentos”[4], lo importante es el presente y lo que importa hoy ya mañana cesa, esto también es consecuencia de las nuevas tecnologías de información y comunicación que no comunican sino que informan acerca de una multiplicidad de temas, haciendo el papel que tenia el tirano en la antigüedad, esto es, el de desviar al público de los asuntos de lo público que verdaderamente importan, de su calidad de vida de su ubicación como hombre mortal en un tiempo y espacio determinado y coaccionarlo a interesarse en temas banales creando una especie de felicidad material aunque siempre real.

Dirá Arendt que solo en el discurso el hombre se muestra ante los demás tal y como es, por ello es una especie de revelación acerca del ser de la persona, el quién es y lo que quiere hacer, en fin su identidad no solo física sino también personal. La revelación es fundamental para el propósito de la acción, ya que una acción que se realiza en un grupo cerrado primero no tiene tanto impactocomo lo tendría ante un numeroso grupo de personas y segundo, seria una formas mas de realización humana, no tuviera trascendencia ni significación política. El hombre en la acción es capaz de hacer lo improbable, “si la acción como comienzo corresponde al hecho de nacer […] entonces el discurso corresponde al hecho de la distinción […] de vivir como ser distinto y único entre iguales”[5]. La unicidad o -si se prefiere para emplear el término de Arendt- la contigüidad humana solo puede mantenerse bajo el discurso y la acción. De hecho afirma que “La vida humana esta caracterizada por el hecho de que su  aparición y desaparición esta llena de hechos que siempre se pueden contar como una historia”[6]. Arendt no coloca el discurso solo como un medio de comunicación porque bien podría ser reemplazado por un sistema de signos tal como lo dijimos al principio sino que va más alláen cuanto acompaña a la acción.

        La noción de “juegos de lenguajes” propiamente de Wittgenstein en la incluyen tanto al lenguaje como las acciones se relaciona con la visión de Arendt y la situación relacional de ambas en la vita activa y en la cual el uso y la palabra tienen significado cuando se usa en un lenguaje, en unas y en un contexto dado. “Una vida sin acción ni discurso está literalmente muerta para el mundo, ha dejado de ser una vida humana porque ya no la viven los hombres”[7]. Sabemos como lo emplea Hjelmslev en su formalismo estricto que las reglas formales de un sistema lingüístico no esta arraigada  a una sustancia particular por ende cualquier sistema de significación en una sociedad ya sea el código alimentario, medico, “fashionista” etc. constituyen un sistema. Wolin afirma que la importancia del discurso del actos político y de sus ideas ante el espacio político que “se podría dedicar un libro entero a mostrar […] toda vez (que con éxito)…  han podido convencer a los hombres de que los cambios propuestos eran, en realidad, prolongaciones de las ideas y prácticas existentes que estaban en perfecto acuerdo con ellas”[8] este es el empleo de la retórica que el sujeto político aplica para persuadir a la gente, por ejemplo, la condición para que una promesa sea adecuada es que el hablante tenga la intención de hacer algo y crea que ese acto futuro complacerá al oyente.

Arendt dijo que el discurso se convierte en mera charla en cuanto se pierde la contigüidad, esto es cuando en momentos de guerra,porque se vuelve un medio más para alcanzar un fin, ya sea engañar al enemigo o al pueblo y aquí las palabras no revelarían nada, en el sentido de que no revelarían el verdadero propósito de la acción del sujeto. Sin embargo antes era solo en momentos de guerra, en cambio en la actualidad esto se ha vuelto monótono. No creo que sea como lo plantea Arendt de que solo en tiempos de guerra pues hoy día no solo se ha desgastado el discurso en momentos de guerra sino también en lo cotidiano, es irrelevante para la sociedad si un actor político no cumple lo dicho en su discurso, si insulta o no a un Presidente, si usa un lenguaje vulgar o culto, esto es producto del desgaste discursivo que no tiene la influencia que en la antigüedad y en la Época Moderna se requería. La inadecuación del marco conceptual racional para comprender y explicar algunos hechos ha puesto en tela de juicio el papel del representante político en la sociedad, y no es casualidad que la abstención electoral esté siempre presente en cada contienda. Es lamentable como la relación entre acción y discurso ha disminuido su influencia en la esfera pública, en la vita activa en la que el hombre ya no se aparece como es, sino como debería ser. El realismo político de Maquiavelo sigue estando presente en ocultar tus defectos y mostrar tus virtudes.

La finalidad del discurso ha sido la de permitir un entendimiento acerca de las acciones que se realizan políticamente hablando, sobre todo en las guerras, con la creación de Organizaciones internacionales en defensa de los derechos humanos a partir de eventos realmente desastrosos tales como la Primera y  Segunda Guerra Mundial que propiciaron la creación de la Organización de Naciones Unidas, la Organización Interamericana de Derechos Humanos, la Corte Penal Internacional, etc. en las que los países adscritos se les hace mas difícil intervenir un Estado y para hacerlo deben formular un discurso bastante consistente que justifique la medida de sus posibles actos. Aquí vemos que a pesar de la degradación del impacto discursivo el sujeto político se preocupa por el orden de sus palabras.

El único motivo por el cual el discurso sigue permaneciendo, es en primer lugar porque es una condición intrínseca del ser humano y en segundo lugar porque depende por entero de la pluralidad humana, de la constante presencia de otros que ven, y por lo tanto atestiguan de su existencia. Siempre lo que dice alguien va acompañada por la duda por la mentira que puede esconder tras su discurso porque no todos aplican el principio de exterioridad descrito anteriormente por Foucault y entonces en vez de interesarse por lo que trata de decir le buscan  la tercera cara a la moneda, este es el caso de los against [en contra de] es decir los opositores siempre presentes en el contexto político-social.Sin embargo la dinámica del “tu me dices, yo te digo” es fundamental para que los políticos en menor grado en la actualidad tengan mas cuidado al decir lo que piensan o en decir en su discurso lo que no piensan pero que es necesario para una victoria o para la perpetuación en el poder de él y de los suyos. «Todas las lenguas se están empobreciendo mucho por la presión casi irresistible del lenguaje único del poder, de los medios, de la comunidad global», que «impone un pensamiento único y una forma única de expresarnos (…) a través de su propio discurso» estas fueron las palabras de Francisco Rico uno de los mas importantes filólogos actuales que hace poco recibió el premio Alfonso Reyes, y esto resumen el propósito de este ensayo que es hacer ver el desgaste del impacto del discurso político en su forma original, en el que el actor se demuestra ante la esfera pública como es, no como debería ser; ojalá se pudiera rescatar la auténtica esencia del discurso político tan importante como la propia acción que no es engañar al pueblo ni revelar promesas formuladas en una sintaxis de palabras que salvan al político de una situación sino revelar la certeza y la grandeza que conlleva un acontecimiento mundial en pro de hacer de la vida humana un espacio satisfactorio para el desarrollo político propio de la interacción entre hombres.


Bibliografía

Arendt, H. (2005). La condición humana. Editorial: Páidos. España.

Foucault, M. (1973). El orden del discurso. Editorial: Fábula Tusquets. España.

Pocock, J. (2008). El momento Maquiavélico. Editorial: Tecnos. España.

Wolin, S. (2001). Política y Perspectiva: continuidad y cambio en el pensamiento político occidental. Editores: Amorrortu. Argentina: Buenos Aires.


Referencias Bibliográficas

Hobbes, T. (1940). El Leviatán. Editorial: Fondo de Cultura Economica. México.

Mouffe, C. y Laclau, E. (1985). Hegemonía y estrategia socialista. Fondo de Cultura Económica.

Referencias Virtuales







[1]Arendt, Hannah, Sobre la Revolución. Editorial Paidós. 2005. p, 208.

[2] Foucault, Michael, El orden del discurso, Editorial: Fábula Tusquets. 1973. p, 15.

[3]. Arendt, Hannah, Sobre la Revolución. Editorial Paidós. 2005. p, 41.

[4]Pocock, John, El momento maquiavélico, Editorial: Tecnos. 2008. p, 30.

[5]Arendt, Hannah, Sobre la Revolución. Editorial Paidós. 2005. p, 207.

[6] Ibíd. p, 211.

[7] Ibíd. p, 216.


[8]Wolin, Sheldon, Política y Perspectiva. Editorial Amorrortu. 2001. p, 32.

No hay comentarios:

Publicar un comentario