jueves, 12 de septiembre de 2013

Francelina Da Costa. Trabajo Final. El Poder y los Hombres en la Historia



Universidad Central de Venezuela
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Escuela de Estudios Políticos y Administrativos
Seminario: La Contemporaneidad del Pensamiento Político de Hannah Arendt





El poder y los hombres en la historia
Hannah Arendt y Michel Foucault





Br. Francelina Da Costa.
                                                                                                          

Ciudad Universitaria, septiembre 2013

Introducción.


A lo largo de los años, el poder ha sido objeto de estudio de múltiples autores, es por ello que es posible encontrar una gran variedad de concepciones o conceptos acerca del término, algunos poseen cosas en común, otros resultan demasiado antagónicos.
Weber. Maquiavelo, Foucault, son autores ya mencionados al interrogarse sobre una concepción del poder y en esta oportunidad el autor escogido para indagar sobre este tema ha sido el francés, Michel Foucault; el cual posee un conjunto de obras dedicadas al tema desde varias perspectivas pero siempre llegando a la conclusión de que éste no se posee sino que se ejerce. Su visión del poder puede ser comprendida desde el campo de la sexualidad, del sujeto como objeto principal de estudio o desde los diferentes mecanismos de control que se crean para cierto sector de la sociedad. El presente ensayo se enfocará en manejo del término poder con el hombre como principal sujeto del mismo, y cómo a través de la historia (centrado en las dos revoluciones más grandes de la historia estudiadas por Hannah Arendt) este concepto ha sido manejado por los hombres.
El propósito de este trabajo es establecer una línea entre las concepciones de poder manejadas por los hombres de las Revoluciones francesa y americana explicadas en el texto Sobre la Revolución de Hannah Arendt y contrarrestarlo con la obra de Michel Foucault.


El poder para Foucault


Michel Foucault se caracterizó por ser un pensador que dedico su trabajo al estudio y/o análisis de los excluidos de la sociedad, centrando su examen en cómo el poder recae directamente sobre estos, los cuales ya no son vistos como ubicados al margen de la sociedad sino al centro de ella, lugar en el cual las instituciones ejercen todo su poder sobre ellos, siendo las instituciones unos mecanismos de control a través de los cuales se vigila a los considerados fuera de ésta.
Las instituciones y el poder ejercido por ellas es apreciado como la manera en la que se controla todo aquello que está fuera de lo considerado como normal. En sus obras es posible apreciar cómo se dedica gran parte de las mismas a las minorías y resulta interesante comparar esta visión con la manejada por los hombres de la Revolución que menciona la escritora alemana en su obra. Pero antes debemos ver la concepción de poder de cada uno.
Para Foucault, el poder es manejado desde una visión cercana a la vida, por lo que su concepción del mismo es definida como un bio-poder, el poder sobre la vida. En la Microfísica del poder (Foucault, 1978) se plantea una sustitución de la concepción negativa del poder manejada anteriormente en el Orden del discurso (1992), del poder como algo puramente jurídico, lo que la ley permite y lo que no; por una visión más estratégica del poder; una concepción tecnológica, de una red de bio- poder. Persigue el repensar la idea de poder que había manejado en este texto.
Para ciertos intérpretes el poder en Foucault es analizado desde los mecanismos y las relaciones de poder que se presentan en la sociedad, tal es el caso de Francisco Ávila-Fuenmayor. Para éste “Cuando se analiza el poder lo importante es determinar cuáles son sus mecanismos, sus implicaciones, sus relaciones, los distintos dispositivos de poder que se utilizan en los distintos niveles de la sociedad”  (Ávila-Fuenmayor, 2007: 2) Para otros el poder en Foucault es una espiral, así lo formula Baudrillard cuando señala que el poder no tienen desenlace; y plantea una “modulación infinitesimal de tecnologías de poder (donde relaciones de fuerza y de seducción están inextricablemente mezcladas)- todo eso se lee directamente en el discurso de Foucault (que es también un discurso de poder)” (Baudrillard, 1986: 8)
El poder para este autor  no se halla en la persona, no es algo que se posea o esté en manos de alguien determinado, por el contrario se ubica en cada ambito de la vida, porque representa una red que va en cada plano de la vida de los individuos. En la vision de Foucault cada individuo es un sujeto potencial de poder, y está inmerso en una red de poder que se halla en la sociedad mediante la produccion de saber, de esto se deriva la relacion poder- saber (a la que le añade placer)







El poder para Arendt


Hannah Arendt no da una definición clara acerca de qué es el poder para ella, pero a lo largo de su obra deja vislumbrar lo que concibe como tal. El poder para ella puede ser entendido como una capacidad humana para actuar, y en su obra Sobre la Revolución esta capacidad es vista en relación con el colectivo, además de estar estrechamente unido al empleo de la violencia. Acerca de esto la autora dirá que esto puede percibirse de tal manera si se considera la visión weberiana del Estado.
El poder y su relación con la violencia es un aspecto de la teoría de esta autora que se halla en constante discusión, ya que por un lado se establece un vínculo entre ambos términos y por el otro se quiere liberar de la visión o concepción de ambos elementos como semejantes. Para Arendt, el poder y la violencia van de la mano porque cuando surgen los primeros estados- nación, estos lo hacen bajo la noción antigua de poder.
Pero, ¿cuál es el punto más importante para diferenciar el poder de la violencia? Sería el número, puesto que en el primer caso el número siempre será importante para el poder, se trata del consentimiento mientras que la violencia no depende de números sino de los instrumentos que emplea para ser efectiva. De otro lado, cabe citar a Fernando Mires cuando plantea que,
…Hannah Arendt no se limitó a establecer la diferencia entre y poder sino, además, otorgó a ella un carácter antagónico. En efecto, según Arendt, quien no tiene poder no requiere de la violencia. A la inversa, el uso de la violencia revela ausencia de poder. La razón es que el poder se expresa en la política de un modo numérico…[1]
El poder para Hannah Arendt es la “capacidad humana para actuar concertadamente. El poder nunca es propiedad de un individuo, pertenece a un grupo y sigue existiendo mientras que el grupo se mantenga unido. Cuando el grupo desaparece, desaparece su poder”

El poder y los hombres de las Revoluciones en Arendt


En su texto. Sobre la revolución es posible apreciar como la Revolución desempeña un papel importante con respecto a su concepción de poder. Para ella los hombres de la revolución manejaban diferentes nociones de poder, de acuerdo al país donde se dio cada una; en el caso de la Revolución francesa el poder era visto como proveniente del pueblo, lo que Arendt expresa en su texto como,  
Cuando los hombres de la Revolución francesa decían que todo el poder reside en el pueblo, entendían por poder una fuerza <<natural>> cuya fuente y origen estaban situadas fuera de la esfera política, una fuerza que había sido liberada en toda su violencia por la revolución y que había barrido, como un huracán, todas las instituciones del Ancien Régime.[2]
En cambio para los hombres de la Revolución americana el poder era visto nacido a partir del común acuerdo, además de un conjunto de promesas, pactos y compromisos mutuos, un poder basado en la reciprocidad y mutualidad, se distingue en este punto entre este poder verdadero y legítimo, en contraposición con el poder de reyes, príncipes que no derivaba de la mutualidad sino en el consentimiento.
Al constituir la República, se empieza a hablar del dominio de la ley y como éste se fundamentaba, conforme a lo establecido por los hombres de las revoluciones como el poder del pueblo. El dominio era apreciado como producto del consentimiento del pueblo. Aquí se contradice la opinión de que el poder y la violencia van de la mano, ya que este conforme a lo planteado arriba se ve como el resultado del apoyo del pueblo y no como el desenlace del empleo de la violencia. Evidentemente nos está hablando de un dominio fundamentado en la ley y el cumplimiento de ella.

A modo de conclusión: Arendt y Foucault. Sus visiones de poder.


Al comienzo de este trabajo se ha mencionado como objetivo, el establecer una línea comparativa entre las concepciones de poder manejadas por la escritora alemana Hannah Arendt y por el francés, Michel Foucault.
Aunque ambos poseen una noción de poder que dista mucho de ser idéntica al del otro es posible encontrar semejanzas en lo que es el poder para estos dos pensadores. Por un lado se puede apreciar que para ambos el poder no es algo que se ubique en una persona o sea exclusivo de alguien determinado, por el contrario, para estos dos escritores, el poder es algo que cambia de quien lo ejerce acorde a la situación o tiempo.
En el caso de Foucault el poder, como se sabe, no se posee sino que se ejerce y su visión (que si se permite podemos decir teoría) acerca del poder es que este se expresa en una red, en lo que él denomino bio-poder, lo que en pocas palabras quiere decir que el poder llega a cada una de las áreas de la vida de los hombres y se ubica en todos los ámbitos, por lo que podemos decir que siempre está presente en cada esfera de la vida de los hombres.
Por otra parte, Hannah Arendt concibe el poder como una capacidad humana, la cual tiene su máxima expresión en el grupo, puesto que este no es algo propio de un individuo. De la misma manera plantea que el poder es cambiante respecto a las condiciones, y aquí puede establecerse una semejanza con la concepción foucoltiana de poder, puesto que para ambos el poder no tiene un carácter estable o permanente siempre, sino que cambia de sujeto y se va alternando entre diferentes individuos en épocas diferentes.
Quizá en esa visión de poder de Hannah Arendt de algo propio de un grupo y que no es fijo de una época determinada sea lo que llevo a la autora a dedicar un libro sobre las revoluciones y a analizar lo que han sido las dos grandes revoluciones en la historia mundial, y el cómo la violencia y el poder han sido relacionados entre sí al punto de confundirse y mezclarse en uno solo, aunque en la concepción de poder de Arendt es posible ver que esto no es así, y que la violencia sólo representa la falta de éste, por el contrario; el poder no necesita de la violencia para ser efectivo.

















Bibliografía


Arendt, H. (2006). Sobre la revolución. Madrid: Alianza.
Ávila-Fuenmayor, F. (2007). El concepto de poder en Michel Foucault. A Parte Rei, 1-16.
Baudrillard, J. (1986). Olvidar a Foucault (2° ed.). Buenos Aires: PRE- TEXTOS.
Foucault, M. (1978). Microfísica del poder (1° ed.). Madrid: La Piqueta.
Mires, F. (05 de febrero de 2012). Prodavinci. Recuperado el 10 de septiembre de 2013, de ¿Qué es el poder?: www. prodavinci. com/queeselpoder


[1] Mires, Fernando. ¿Qué es el poder?
[2] Arendt, Hannah, Sobre la Revolución. Edit. Alianza. 2006. p, 249.

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