Universidad Central
de Venezuela
Facultad de
Ciencias Jurídicas y Políticas
Escuela de Estudios
Políticos y Administrativos
Seminario:
Contemporaneidad del Pensamiento
Político de Hannah
Arendt.
Autor: Molina
Avianiher
La Condición Humana de Hannah Arendt
Resumen: Capítulo
VI
El presente resumen, tiene como finalidad exponer las
ideas principales del capítulo número VI, sobre la obra “La condición humana El
cual se encuentra titulado como: La Vita activa y la Época Moderna, está dividido en once partes, a) La alineación
del mundo, b) El descubrimiento del punto de Arquímedes, c) Lo universal y la
ciencia natural, d) El auge de la duda cartesiana, e) La introspección y la
pérdida del sentido común. f) El pensamiento y el punto de vista del mundo moderno,
g) La inversión de la contemplación y de la acción, h) La inversión dentro de
la vita activa y la victoria del homo faber, i) La derrota del homo faber y el
principio de la felicidad, j) La vida como bien supremo, k) La victoria del animal laborans.
A continuación, se comenzará a exponer las ideas
principales de la autora en referencia, sobre el tema de la alineación del
mundo, hace referencia a la primera
etapa de alineación, basada en su crueldad, infortunio y miseria material, ya
que esa época representó un auge del número de pobres trabajadores que fueron expropiados, de la
protección de su familia y de la propiedad. Dejándolos sin la parte privada que
poseían en familia, hasta la Época Moderna, significaba la vida individual y la
actividad laboral, estaba sujeta a sus necesidades.
La segunda etapa de alienación, expresa que tiene su
origen, cuando la sociedad se convirtió en sujeto de la nueva vida, como lo
había sido antes la familia. El proceso
de alineación del mundo, el cual tuvo su inicio por medio de la expropiación,
que se traduce en el aumento de la riqueza, seguirá en aumento de su
proporción, lo que permitirá que transcurra con el ciclo de su propia ley.
Afirma, que el auge de la sociedad, acarreó la progresiva decadencia de la
esfera pública y privada. Se fomentó con mayor magnitud la perdida de la parte
privada compartida en el mundo.
El descubrimiento del punto de Arquímedes, resumidamente
representa la evolución de una línea geométrica cuya dirección está en
constante y uniformemente definida por una regla. Permite sucesivamente, a la distinción de lo
universal y la ciencia natural. Encontramos que la línea que distingue a la
Época Moderna y el mundo de la
actualidad, es basada en una ciencia que considera a la naturaleza desde un
punto de vista universal, que adquiere pleno dominio de ella, y de una
verdadera ciencia universal, que incluye procesos cósmicos, con el peligro de
destruir la naturaleza, y ese dominio que tiene sobre ella lo posee el hombre.
El auge de la duda cartesiana, sostiene que el hombre
permanecía engañado mientras confiaba en la realidad y la verdad sería revelada
a sus sentidos y a su razón, con tal se mantuviera fiel a lo que veía con los ojos del cuerpo y de la
mente. Lo que resalta de la duda cartesiana es su universalidad, donde el
pensamiento ni las experiencias, pueden escapar de ella. No solo dudaba del entendimiento humano,
pudiera abrirse a toda la verdad a que la visión humana puede no ser capaz de
verlo todo, sino que lo inteligible y lo visible no representa el modo de ser
realidad.
Argumenta Arendt, sobre la conclusión de Descartes, en el
cual esos procesos que provienen de la mente del hombre, tienen certezas por si
mismos, que pueden convertirse en el objeto de la investigación de la
introspección.
La introspección y la pérdida del sentido común.
Descartes, tenía la idea de la certeza, estaba dentro de sí. Y esta confirmaba la realidad de los procesos
que se dan en la mente. La autora hace
la salvedad, de la ingeniosidad de la introspección cartesiana, la cual radica
en el empleo de la no-realidad como recurso para incluir todos los objetos
mundanos en la corriente de la conciencia y de sus procesos. El cambio del
sentido común, que anteriormente se basaba en los otros sentidos, del mundo
visible. Se transformó en una facultad interior sin relación con el mundo.
Lo que ahora poseen en común los hombres, ya no era el
mundo, si no la estructura de sus mentes, y está no puede ser común. Solo poseen en común la facultad del
razonamiento. La razón, que tenía Descartes era la capacidad de ser conscientes
de las consecuencias, en deducir y sacar conclusiones, es un proceso que el
hombre puede realizar en todo momento dentro sí mismo. Descartes, trasladó el
punto de Arquímedes dentro del propio hombre, como punto de referencia a la
mente humana.
El pensamiento y
el punto de vista del mundo moderno. Es
sustentado en el traslado cartesiano del punto de Arquímedes a la mente del
hombre, la duda universal de Descartes se ha manifestado en la ciencia física.
Además el manejo de que ni la naturaleza ni el Ser, se revelan a los sentidos,
sino que además no puede ser concebido, e impensable con respecto al
razonamiento. La inversión de la
contemplación y de la acción, por medio de Descartes, se produjo la inversión
del orden jerárquico entre la vita contemplativa y la vita activa.
Esta fue sustentada en la sed de conocimientos del
hombre, la cual solo podía ser saciada si confiaba en la inventiva de sus
manos. Que solo se podía realizar mediante la acción, y por contemplación. Las
razones para hacer y desconfiar de la contemplación u observación, surgió de la
necesidad de buscar la verdad tras las apariencias engañosas. Y solo se
conseguiría la certeza del conocimiento
bajo dos condiciones, la primera que el conocimiento se relacionara con lo que
se había hecho, al tratar con entidades autorrealizadas de la mente su ideal se
convirtió en el conocimiento matemático, y la segunda condición, que el
conocimiento fuera de tal naturaleza que solo pudiera comprobarse mediante
nueva acción.
La inversión de la Época Moderna, dice Arendt, consistió
en elevar la acción al rango de contemplarla como el estado más elevado del ser
humano, como si en adelante la acción fuera el significado último en virtud del
cual tenía que interpretarse la contemplación, al igual que, todas las
actividades de vita activa se habían juzgado y justificado en la medida en que
hacían posible la vida contemplativa. La inversión afectó sólo al pensamiento,
que a partir de entonces fue el sirviente de la acción.
La inversión dentro de la vita activa y la victoria del homo
faber, la autora argumenta que hacer y fabricar, eran pertenecientes al homo
faber, y estas eran las primeras actividades de la vita activa, que ascendieron
al puesto ocupado antes por la contemplación. Ya que las actividades del hombre
como fabricante de utensilios llevaba la revolución moderna. La productividad y
creatividad se convertían en los ideales más elevados e incluso ídolos de la
Época Moderna, son modelos inherentes al ser homo faber, al hombre como
constructor y fabricante.
Se traslada el concepto del Ser, al de proceso. Este
proceso, era el de fabricación y que desaparece en el producto, en la
existencia real de todo objeto, es el resultado del homo faber y de la esfera
de su experiencia. La derrota del homo faber y el principio de la
felicidad. Tiene su origen en el cual, las actividades de la vita activa, tuvo la probabilidad de perder,
mediante la eliminación de la contemplación del campo de las actividades
humanas significantes, como lo es la fabricación, esta experimenta los procesos
como simples medios hacia un fin, como algo secundario y derivado. Es una
pérdida de valor, al convertirse no solo
como fabricante de útiles, sino como fabricante de útiles para fabricar útiles. La vida como bien supremo, proviene de la
idea, basada en la derrota del homo faber.
Y esta derrota, terminó convirtiéndose en victoria del
animal laborans, con el ascenso de la vita activa, la actividad laboral subió
más alto de rango de las capacidades del hombre, fue la vida la que dominó sobre todas las demás
consideraciones. Esto radica, en la inversión moderna de la estructura de una
sociedad cristiana cuya creencia principal era la sacralidad de la vida. Tendió a considerar sujetos a la necesidad de
la vida, la labor, el trabajo y la acción.
La vita activa, permaneció unida a la vida como su único
punto de referencia, así pudo la vida como tal, el metabolismo laboral del
hombre con la naturaleza, hacerse activa y desplegar toda su fertilidad. La
victoria del animal laborans, se sustentó en el proceso de secularización, la
vida individual se hizo mortal de nuevo.
Arendt, hace énfasis, al hablar de acción, y el giro que presentó para la época, aunque hace la acotación, que la acción aún sigue en los hombres, se desvió, se ha
convertido en parte exclusiva de los científicos, pero estos no son capaces de
actuar en la trama de las relaciones humanas, y carece del carácter revelador
de la acción, así como de crear relatos
y hacerlos históricos, los cuales juntos hacen son la fuente de la plenitud del
significado que ilumina la existencia humana. Esta acción solo es posible,
mientras los hombres vivan en plena libertad política. Así concluye la obra de
Hannah Arendt, de la Condición humana. Sobre sus eminentes transformaciones, en
la Época Moderna.
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