domingo, 8 de septiembre de 2013

Molina Avianiher. Resumen Nº 6

Universidad Central de Venezuela
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Escuela de Estudios Políticos y Administrativos
Seminario: Contemporaneidad del Pensamiento
Político de Hannah Arendt.

Autor: Molina Avianiher


La Condición Humana de Hannah Arendt
Resumen:  Capítulo VI

El presente resumen, tiene como finalidad exponer las ideas principales del capítulo número VI, sobre la obra “La condición humana El cual se encuentra titulado como: La Vita activa y la Época Moderna,  está dividido en once partes, a) La alineación del mundo, b) El descubrimiento del punto de Arquímedes, c) Lo universal y la ciencia natural, d) El auge de la duda cartesiana, e) La introspección y la pérdida del sentido común. f) El pensamiento y el punto de vista del mundo moderno, g) La inversión de la contemplación y de la acción, h) La inversión dentro de la vita activa y la victoria del homo faber, i) La derrota del homo faber y el principio de la felicidad, j) La vida como bien supremo,  k) La victoria del animal laborans.
A continuación, se comenzará a exponer las ideas principales de la autora en referencia, sobre el tema de la alineación del mundo, hace referencia  a la primera etapa de alineación, basada en su crueldad, infortunio y miseria material, ya que esa época representó un auge del número de pobres  trabajadores que fueron expropiados, de la protección de su familia y de la propiedad. Dejándolos sin la parte privada que poseían en familia, hasta la Época Moderna, significaba la vida individual y la actividad laboral, estaba sujeta a sus necesidades.
La segunda etapa de alienación, expresa que tiene su origen, cuando la sociedad se convirtió en sujeto de la nueva vida, como lo había sido antes  la familia. El proceso de alineación del mundo, el cual tuvo su inicio por medio de la expropiación, que se traduce en el aumento de la riqueza, seguirá en aumento de su proporción, lo que permitirá que transcurra con el ciclo de su propia ley. Afirma, que el auge de la sociedad, acarreó la progresiva decadencia de la esfera pública y privada. Se fomentó con mayor magnitud la perdida de la parte privada compartida en el mundo.

El descubrimiento del punto de Arquímedes, resumidamente representa la evolución de una línea geométrica cuya dirección está en constante y uniformemente definida por una regla.  Permite sucesivamente, a la distinción de lo universal y la ciencia natural. Encontramos que la línea que distingue a la Época Moderna  y el mundo de la actualidad, es basada en una ciencia que considera a la naturaleza desde un punto de vista universal, que adquiere pleno dominio de ella, y de una verdadera ciencia universal, que incluye procesos cósmicos, con el peligro de destruir la naturaleza, y ese dominio que tiene sobre ella lo posee el hombre.
El auge de la duda cartesiana, sostiene que el hombre permanecía engañado mientras confiaba en la realidad y la verdad sería revelada a sus sentidos y a su razón, con tal se mantuviera fiel  a lo que veía con los ojos del cuerpo y de la mente. Lo que resalta de la duda cartesiana es su universalidad, donde el pensamiento ni las experiencias, pueden escapar de ella.  No solo dudaba del entendimiento humano, pudiera abrirse a toda la verdad a que la visión humana puede no ser capaz de verlo todo, sino que lo inteligible y lo visible no representa el modo de ser realidad.
Argumenta Arendt, sobre la conclusión de Descartes, en el cual esos procesos que provienen de la mente del hombre, tienen certezas por si mismos, que pueden convertirse en el objeto de la investigación de la introspección.
La introspección y la pérdida del sentido común. Descartes, tenía la idea de la certeza, estaba dentro de sí.  Y esta confirmaba la realidad de los procesos que se dan en la mente.  La autora hace la salvedad, de la ingeniosidad de la introspección cartesiana, la cual radica en el empleo de la no-realidad como recurso para incluir todos los objetos mundanos en la corriente de la conciencia y de sus procesos. El cambio del sentido común, que anteriormente se basaba en los otros sentidos, del mundo visible. Se transformó en una facultad interior sin relación con el mundo.
Lo que ahora poseen en común los hombres, ya no era el mundo, si no la estructura de sus mentes, y está no puede ser común.  Solo poseen en común la facultad del razonamiento. La razón, que tenía Descartes era la capacidad de ser conscientes de las consecuencias, en deducir y sacar conclusiones, es un proceso que el hombre puede realizar en todo momento dentro sí mismo. Descartes, trasladó el punto de Arquímedes dentro del propio hombre, como punto de referencia a la mente humana.

 El pensamiento y el punto de vista del mundo moderno.  Es sustentado en el traslado cartesiano del punto de Arquímedes a la mente del hombre, la duda universal de Descartes se ha manifestado en la ciencia física. Además el manejo de que ni la naturaleza ni el Ser, se revelan a los sentidos, sino que además no puede ser concebido, e impensable con respecto al razonamiento.  La inversión de la contemplación y de la acción, por medio de Descartes, se produjo la inversión del orden jerárquico entre la vita contemplativa y la vita activa.
Esta fue sustentada en la sed de conocimientos del hombre, la cual solo podía ser saciada si confiaba en la inventiva de sus manos. Que solo se podía realizar mediante la acción, y por contemplación. Las razones para hacer y desconfiar de la contemplación u observación, surgió de la necesidad de buscar la verdad tras las apariencias engañosas. Y solo se conseguiría la certeza  del conocimiento bajo dos condiciones, la primera que el conocimiento se relacionara con lo que se había hecho, al tratar con entidades autorrealizadas de la mente su ideal se convirtió en el conocimiento matemático, y la segunda condición, que el conocimiento fuera de tal naturaleza que solo pudiera comprobarse mediante nueva acción.
La inversión de la Época Moderna, dice Arendt, consistió en elevar la acción al rango de contemplarla como el estado más elevado del ser humano, como si en adelante la acción fuera el significado último en virtud del cual tenía que interpretarse la contemplación, al igual que, todas las actividades de vita activa se habían juzgado y justificado en la medida en que hacían posible la vida contemplativa. La inversión afectó sólo al pensamiento, que a partir de entonces fue el sirviente de la acción.
La inversión dentro de la vita activa y la victoria del homo faber, la autora argumenta que hacer y fabricar, eran pertenecientes al homo faber, y estas eran las primeras actividades de la vita activa, que ascendieron al puesto ocupado antes por la contemplación. Ya que las actividades del hombre como fabricante de utensilios llevaba la revolución moderna. La productividad y creatividad se convertían en los ideales más elevados e incluso ídolos de la Época Moderna, son modelos inherentes al ser homo faber, al hombre como constructor y fabricante.

Se traslada el concepto del Ser, al de proceso. Este proceso, era el de fabricación y que desaparece en el producto, en la existencia real de todo objeto, es el resultado del homo faber y de la esfera de su experiencia.   La derrota del homo faber y el principio de la felicidad. Tiene su origen en el cual, las actividades de la  vita activa, tuvo la probabilidad de perder, mediante la eliminación de la contemplación del campo de las actividades humanas significantes, como lo es la fabricación, esta experimenta los procesos como simples medios hacia un fin, como algo secundario y derivado. Es una pérdida de valor,  al convertirse no solo como fabricante de útiles, sino como fabricante de útiles para fabricar útiles.  La vida como bien supremo, proviene de la idea, basada en la derrota del homo faber.
Y esta derrota, terminó convirtiéndose en victoria del animal laborans, con el ascenso de la vita activa, la actividad laboral subió más alto de rango de las capacidades del hombre,  fue la vida la que dominó sobre todas las demás consideraciones. Esto radica, en la inversión moderna de la estructura de una sociedad cristiana cuya creencia principal era la sacralidad de la vida.  Tendió a considerar sujetos a la necesidad de la vida, la labor, el trabajo y la acción.

La vita activa, permaneció unida a la vida como su único punto de referencia, así pudo la vida como tal, el metabolismo laboral del hombre con la naturaleza, hacerse activa y desplegar toda su fertilidad. La victoria del animal laborans, se sustentó en el proceso de secularización, la vida individual se hizo mortal de nuevo.  Arendt, hace énfasis, al hablar de acción, y el giro que presentó para la época, aunque hace la acotación, que la acción  aún sigue en los hombres, se desvió,  se ha convertido en parte exclusiva de los científicos, pero estos no son capaces de actuar en la trama de las relaciones humanas, y carece del carácter revelador de la acción,  así como de crear relatos y hacerlos históricos, los cuales juntos hacen son la fuente de la plenitud del significado que ilumina la existencia humana. Esta acción solo es posible, mientras los hombres vivan en plena libertad política. Así concluye la obra de Hannah Arendt, de la Condición humana. Sobre sus eminentes transformaciones, en la Época Moderna.

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