martes, 3 de septiembre de 2013

Molina Avianiher. Resumen Nº 5

Universidad Central de Venezuela
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Escuela de Estudios Políticos y Administrativos
Seminario: Contemporaneidad del Pensamiento
Político de Hannah Arendt.

Autor: Molina Avianiher


La Condición Humana de Hannah Arendt
Resumen Capítulo V

            Siguiendo con el conocimiento de la obra de Hannah Arendt  encontramos las ideas principales expuestas en el Capítulo V,  el cual se  titula acción. Dividido de la siguiente forma: a)  La revelación del agente en el discurso y la acción. b) La trama de las relaciones y las historias interpretadas. c) La fragilidad de los asuntos humanos. d) La solución griega. e) El poder y el espacio de la aparición. f)  El homo faber y el espacio de aparición. g) El movimiento de la labor. h) La tradicional sustitución del hacer por el actuar. i) El carácter procesual de la acción. j) Irreversibilidad y el poder de perdonar. k) La imposibilidad de predecir y el poder de la promesa.
            La revelación del agente en el discurso y la acción. Inicia el capitulo haciendo referencia en  cuanto a la pluralidad humana, como básica condición tanto de la acción como del discurso, tiene el doble carácter de igualdad y distinción.  En palabras de Arendt, explica que si los hombres no fueran distintos, es decir cada ser humano diferenciado de cualquier otro que exista, haya existido o existirá,  no necesitarían el discurso ni la acción para entenderse. Signos y sonidos bastarían para comunicar las necesidades inmediatas e idénticas.
 Hace mención a la alteridad como un aspecto importante de la pluralidad,  además que solo el hombre es el que puede expresar una distinción y a su vez distinguirse. La pluralidad humana es la paradójica pluralidad de los seres únicos. El discurso y la acción  revelan esta única cualidad de ser distinto, es así que los hombres se diferencian. Y es por medio de la palabra y el acto que nos incluimos en el mundo humano, esto no es obligado por la necesidad, tal es el caso de la labor o la utilidad, en relación con el trabajo.
Es así como actuar significa tener una iniciativa, comenzar algo.  Los hombres toman la iniciativa, se aprestan a la acción. Por esta acción puede esperarse de ellos lo inesperado, al poder realizar lo que es infinitamente improbable. En su definición de acción concebida como la condición humana de la natalidad, en consecuencia el discurso seria el hecho de la distinción y realización de la condición humana de la pluralidad, es vivir como un ser distinto y único entre iguales.  Sin este discurso la acción no solo perdería su esencia reveladora sino  también su sujeto, es la palabra lo que lo hace pertinente y lo identifica como un actor, que anuncia lo que hace, lo que ha hecho y lo que intenta hacer.
Por medio de la acción y el discurso, los hombres muestran quiénes son, revelan su identidad y hacen su aparición en el mundo humano. Esta acción, necesita para su realización la brillantez de la gloria, solo posible en la esfera pública. La trama de las relaciones y las historias interpretadas. Indica la cualidad de actuar y hablar como un modo intangible,  prescindir de esta revelación, implicaría el hecho de transformar a los hombres en algo que no son e incluso negar que esta revelación sea real y tiene consecuencias propias es sencillamente ilusorio, dice Arendt. La esfera de los asuntos humanos, está formada por la trama de las relaciones que humanas que existe dondequiera que los hombres viven juntos.
La capacidad de relevar ese quién, mediante el discurso, y el establecimiento de un nuevo comienzo a través de la acción, cae dentro de la ya existente trama donde pueden sentirse sus inmediatas consecuencias. La fragilidad de los asuntos humanos. Las ideas principales son, en primer lugar, en cuanto a la acción, que a diferencia de la fabricación nunca es posible en aislamiento. La acción y el discurso lo están con la trama de los actos y palabras de otros hombres. La acción actúa sobre seres que son capaces de sus propias acciones, la reacción, aparte de ser una respuesta, siempre es una nueva acción que toma su propia resolución y afecta a los demás. Esta acción establece relaciones y por lo tanto puede forzar todas las limitaciones y cortar todas las fronteras.
La solución griega. La autora describe que antes de que los hombres comenzaran a actuar, tuvo que asegurarse un espacio definido y construirse una estructura donde se realizaran todas las acciones, el espacio fue la esfera pública de la polis y su estructura era la ley, el legislador y el arquitecto pertenecían a la misma categoría, pero estas entidades tangibles no eran el contenido de la política, ni Atenas era la polis, sino los atenienses.
En esta polis, se encuentra la finalidad de vivir juntos, mediante compartir palabras y hechos. La vida en común de los hombres que se forma en la polis parecía asegurar que la acción y el discurso, los productos hechos por el hombre, los actos e historias de su resultado, se convertirían en imperecederos. Es así como nace la esfera pública, la cual surge de actuar juntos, de compartir las palabras y actos. Esta polis representa el lugar donde uno aparece y donde otros aparecen entre sí, hacen su propia aparición.  Donde crean su realidad en el mundo, la cual se garantiza por la aparición ante todos, y esto que aparece es lo denominado, ser.
            El poder y el espacio de la aparición.  La autora expone que el espacio de aparición tiene validez siempre cuando los hombres se unen e interactúan mediante el discurso y la acción, y de allí se forma la esfera pública, siendo el discurso y la acción su esencia. Es como entonces describe el poder como aquel donde la palabra y el acto están unidos, las palabras son para descubrir realidades, y los actos son para establecer relaciones y crear nuevas realidades. El poder es lo que mantiene la existencia de la esfera pública, es el potencial espacio de aparición de los hombres que actúan y hablan, y desaparece en el momento en que se  dispersan.
El poder como la acción, es ilimitado; carece de limitación física en la naturaleza humana, en la existencia corporal del hombre, como la fuerza. Su única limitación es la existencia de otras personas, pero dicha limitación no es accidental, ya que el poder humano corresponde a la condición de la pluralidad para comenzar.  El poder preserva la esfera pública, y al espacio de aparición. La acción y el discurso son las actividades más altas en la esfera política. El homo faber y el espacio de aparición. Sus fines más elevados es hacer el mundo más fácil y hermoso. Y para el animal laborans es hacer la vida más fácil y larga.
En la esfera pública como mercado de cambio corresponde a la actividad de fabricación,  pero el intercambio en sí, pertenece ya al campo de la acción y en modo alguno es una prolongación de la acción.  El impulso que lleva al fabricante al mercado público es la apetencia de productos, no de personas, y la fuerza que mantiene unido y en existencia a este mercado no es la potencialidad que surge entre la gente cuando se unen en acción y el discurso, sino un combinado poder de cambio.
El movimiento de la labor. Arendt considera que la actividad del trabajo, cuyo requisito es el aislamiento, sigue estando de muchas maneras en relación con este espacio de aparición. La labor, puede ser una forma no política de la vida, pero no es apolítica.  Esta es la actividad en la que el hombre no está junto con el mundo ni con los demás, sino solo con su cuerpo, frente a la necesidad de mantenerse vivo.  Esta labor carece de rasgos distintivos de la pluralidad, para el animal laborans el sentido de la labor dice Arendt, y el valor dependen por entero de las condiciones sociales.
La principal diferencia entre la labor de del esclavo y la libre y moderna, no radica en que el laborante tenga libertad personal, es basado en que se le acepta en la esfera pública y queda emancipado como ciudadano. En la Época Moderna, puede llegar a su desaparición, por medio del debilitamiento de la esfera pública y del mercado de cambio. La tradicional sustitución del hacer por el actuar. Las ideas principales expuestas por Arendt,  es basada en la sustitución de hacer por actuar, basado en la degradación de la política en medios para obtener un fin. En la Época Moderna, se definió al hombre como homo faber.
Este es el fabricante de utensilios y productor de cosas,  se interpretó la acción  en términos de hacer, donde el ser humano introduce en la trama de las relaciones humanas categorías, inherentes a las actividades en las que nos enfrentamos a la naturaleza y se construye el mundo del artificio humano.  El carácter procesual de la acción.  Instrumentalizar la acción y la degradación de la política en un medio, no ha logrado eliminar la acción, impedir que sea una de las decisivas experiencias humanas, o destruir por completo la esfera de los asuntos humanos.  Ha dado como resultado canalizar la capacidad humana para la acción, para comenzar nuevos y espontáneos procesos.
Somos capaces de actuar,  de iniciar procesos,  concebir la naturaleza, y concebir la historia como procesos.  Nunca se agota el proceso de la acción en un acto individual, crece a medida que se multiplican sus consecuencias. El proceso de un acto puede perdurar a través del tiempo.  Irreversibilidad y el poder de perdonar.  Al surgir de la facultad, de una de las posibilidades de la acción, la rendición del predicamento de irreversibilidad, es decir de ser incapaz de deshacer lo hecho.
El remedio de la imposibilidad de predecir, se halla en la facultad de hacer y mantener promesas. Las dos facultades van juntas, en cuanto una de ellas es perdonar, sirve para deshacer los actos del pasado.  Ambas facultades dependen de la pluralidad,  de la presencia y actuación de los otros, ya que nadie puede perdonarse ni sentirse ligado por una promesa hecha a sí mismo, sino carecería de realidad.  El descubridor del papel del perdón en la esfera de los asuntos humanos fue Jesús de Nazaret.  
El perdón, puede ser el correctivo necesario para los inevitables daños que resultan de la acción, se necesita del para que la vida prosiga, posee algo de original de la acción. La imposibilidad de predecir y el poder de la promesa. En palabras de Arendt, la imposibilidad de la no- predicción que, al menos parcialmente, disipa el acto de prometer es de doble naturaleza: surge simultáneamente de la oscuridad del corazón humano, de la básica desconfianza de  los hombres que nunca pueden garantizar hoy.

Quiénes serán mañana,  y de la imposibilidad de pronosticar las consecuencias de un acto  en una comunidad de iguales, en la que todos tienen la misma posibilidad de actuar. El nacimiento de nuevos hombres y un nuevo comienzo es la acción que es capaz de emprender los humanos por el hecho de haber nacido.  Concluye el capitulo Arendt, al decir que la fe  y esperanza en el mundo encontró tal vez su más gloriosa y sucinta expresión en las pocas palabras que en los evangelios anuncian la gran alegría: Os ha nacido hoy un salvador. 

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