Capitulo. 5. ACCIÓN.
La revelación del agente en el discurso y la acción
La pluralidad que es la condición
de la acción tiene doble carácter: igualdad y
a la vez distinción. El primero porque si los hombres no fueran iguales
no pudieran entenderse y realizar planes a futuro y el segundo porque si no
fueran diferentes no necesitarían de discurso y acción para entenderse ya que
todo lo sobrentenderían.
Hace una distinción entre lo
distinto y la alteridad de los hombres. La primera se refiere a la capacidad
del hombre de distinguirse de otro ser vivo y comunicar su propio yo mientras
que la segunda se refiere a la capacidad que tiene el hombre de comparar las cosas
entre si para poder definirlas.
La acción corresponde al hecho de
nacer y es la condición humana de la natalidad mientras que el discurso es el
medio por el cual puede distinguirse el hombre y es la condición humana de la
pluralidad, es decir, de vivir como ser distinto y único entre iguales. Arendt dirá que “una vida sin acción ni
discurso – y ésta es la única forma de vida que en conciencia ha renunciado a
toda apariencia y vanidad en el sentido bíblico de la palabra –está
literalmente muerta”. (pág. 206) No creo que sea la única forma de vida que
huya de toda apariencia pues cualquier hombre puede decir algo de lo que no
este convencido y actuar de alguna forma
que en principio no este de acuerdo.
La relación entre discurso y
revelación esta mas próxima que entre acción y revelación así como la relación
entre acción y comienzo están más conectadas que entre discurso y comienzo, es
decir, en la medida en que el hombre actúa como orador es decir dando un
discurso esta haciendo de su aparición el significado que él quiere que tengan
los demás mediante el lenguaje y allí se estaría revelando, demostrando su yo;
mientras que cuando el hombre es un agente o realiza una acción la cual sólo es
posible en compañía de otros hombres esta iniciando un proceso y por ende dando
un nuevo comienzo. De todos modos, la acción y el discurso van de la mano e
incluso Arendt afirma que ninguna otra realización humana necesita tanto del
discurso como la acción y nada pueden sustituirlo ni la violencia a la acción
ni los signos o símbolos la lenguaje. La revelación es la antítesis de lo
oculto y el hombre solo puede demostrar quién y qué es en la medida en que
aparece en la esfera pública. Y pone el ejemplo del bondadoso y el delincuente,
el primero que ama a los hombres y el segundo que los detesta pero ambos mantiene
oculta su identidad y por ende están aislados políticamente. Por esto la
inherente tendencia a descubrir el agente junto con el acto para que la acción
alcance la brillantez de la gloria, y por eso también la bondad hoy día es
público.
Para esto compara a la acción del
hombre de una obra de arte en la cual la obra de arte que es el producto final,
no importa quien lo haya hecho su significado permanecerá mientras que una
acción sin un autor no será recordada y carecerá de significación.
La trama de las relaciones y las historias interpretadas
La autora comienza diciendo que es
imposible definir al hombre por dos cosas: primero porque en la medida en que
nos preguntamos quién es tenemos la necesidad de decir qué es y segundo porque
cada definición es solo una interpretación del mismo. Podría decir que es por
esta falta de definición sobre el quién de cada persona que la polis es
caracterizada por la incertidumbre e inestabilidad de quienes actúan. Esta es
una de las frustraciones que dominan la acción.
La trama de relaciones esta
caracterizada por los intereses que atañen a cada grupo de personas y es la que
determina la filiación de unos con otros; pero el hombre se basa en palabras
que aunque intangibles son reales y constituyen la dinámica o “trama de las
relaciones humanas”. En esta trama donde pueden repercutir las consecuencias
del hombre y la evaluación respecto a ello, mediante le discurso y la acción.
Luego tenemos que la historia como
ya lo había dicho Arendt en uno de sus primero capítulos es solo una
interpretación de una cadena de hechos en la que justifica y le da sentido a
las acciones de un posible “héroe”. Las historias son el resultado de la acción
y el discurso pero quien hace la historia
es decir quien narra no es el protagonista de ella sino un autor que
narra su vida (comúnmente después que éste muere). Por ejemplo una historia
real no es hecha por nadie pero una ficticia si.
La fragilidad de los asuntos humanos
Es increíble como Arendt explica el
origen del hombre fuerte o diría yo la fantasía que se tiene de cualquiera que
se crea fuerte hablando en términos políticos. El proceso e la acción esta
caracterizado por la iniciativa de uno pero la ayuda de todos que comúnmente
desembocan en el final. Sabemos hoy día que un hombre no podía lograr grandes
hazañas sin ayuda de otros, pues bien, existe una dependencia por parte del
gobernante que actúa como principiante y guía y que da ordenes mientras que los
súbditos apoyan y las ejecutan.
Acción y reacción, una inicia y la
otra da respuesta de algo que se
convierte en una nueva acción y por ende en un nuevo comienzo. Es una
relación dialéctica.
La acción corta todas las
fronteras, por eso la fragilidad de las instituciones y de las leyes humanas
surge de la condición de la natalidad pero a pesar de ello las leyes
independientemente que sean una creación del hacer son producto del hacer, protegen
y hacen posible la existencia política, controlan la ilimitación de la acción y
logran en alguna medida la estabilidad en los asuntos humanos y por ende la praxis de la moderación.
Esta ilimitada acción conlleva la
falta de predicción que pueda tener, y el resultado solo puede tener
significado cuando la acción termina, a diferencia de la fabricación que su
producto esta precedido por el modelo. En toso caso, las leyes son las
fronteras que pueden salvar en menor grado la ilimitación de la acción pero no
la falta de predicción y esto constituye la fragilidad de los asuntos humanos.
Y esta falta de predicción esta relacionada con el carácter revelador de la
acción y del discurso.
La solución griega
Eudamonia tiene una connotación de
santidad pero no religiosa y significa algo como el bienestar del daimon que
acompaña al hombre a lo largo de su vida, es un estado permanente del ser que
no está sujeto a cambio ni es capaz de hacerlo.
Pone el ejemplo de Aquiles porque
fue el único que estuvo claro que la eudamonia solo se consigue si resumes tu
vida en un solo acto, un acto político que implique grandeza, y en la medida en
que estuvo consciente de lo que implicaba arriesgar su vida, formulo el
significado de su hazaña por ende es el único autor de su historia que solo
dejo todo a la vista para que un narrador la escribiera pero no la
interpretara. –que es distinto-. Los juristas que creaban las fronteras eran al
igual que los arquitectos que construían las murallas, actividades del mismo
eslabón. Los griegos no los tomaban mucho en cuneta porque la acción era mucho más
trascendental e ilimitada. Sin embargo la escuela socrática aposto por la
postura de la legislación y la ejecución de las decisiones por medio del voto
que según eran las formas políticas mas legitimas ya que los hombres tenían un
producto tangible que era reconocible ante todos a diferencia de la acción que
se reconocía solo en la medida en que fuese visto por todos en el momento
oportuno. Fue por esto por lo que los griegos emplearon la solución de la
fundación de la polis y hacer que ésta permitiera:
1. Era la
única forma en los que los hombres podían lograr la inmortalidad, y el único
espacio en que se demostraban tal cual como eran mediante sus acciones y su
discurso.
2. Ofrecer un
remedio a la futilidad de la acción y el discurso ya que la gente ignoraba o
olvidaba muy rápido las grandes hazañas merecedoras de fama.
La polis garantizaba el único
espacio en que serian recordados de por vida sin necesidad de algún Homero o
poeta que elogiara su acción, no lo formaban ni las murallas ni las fronteras
sino la organización de la gente que surge al actuar y hablar juntos. Pero
Arendt dirá que ninguno hombre puede vivir solo todo el tiempo y esto es
verdad, siempre necesitara de alguien o se encontrara con alguien, y añade que
cualquier cosa a la que aparece a todos
la llamamos ser y cualquier cosa que carezca de esta aparición no es realidad.
Esto me hace preguntarme ¿O sea que cuando estamos solos en nuestras casas,
cuando no aparecemos ante alguien, no somos nadie? ¿Qué somos?.
El poder y el espacio de la aparición
El espacio de la aparición precede
a toda forma constitucional porque esta presente donde los hombres hablan y
actúan juntos y desparece con la dispersión de los hombres o con la
interrupción de sus propia actividades. El poder no puede almacenarse, es un
algo invisible o intangible que solo esta cuando los hombres se reúnen pero no
para destruir sino para descubrir, no donde la palabra este vacía sino llena de
contenido y que tengan un significado hacia el convivir.
El poder es independiente de los factores
materiales esto es, número de personas o medios a los que recurran. Una
rebelión del pueblo puede no tener medios materiales y lograr su cometido al
igual que unos pocos puede gobernar siempre que se valgan de la inteligencia.
El único factor material para la conservación de poder es el vivir unido el
pueblo, si hay facciones dentro del mismo seria imposible lograr consenso. Una
persona que se aísla o no participa en el estar unidos se vuelve impotente. No
creo que esto que dice Arendt sea tan contingente porque cada hombre tiene
intereses y preferencias y si la de uno es alejarse y no saber nada de la gente
que le rodea, vivirá feliz si es lo que quiere, impotente se volvería si
quisiera participar y no pudiera.
El poder como la acción es ilimitado
pero su única limitación es la existencia de otras personas. El poder puede
dividirse en varias personas de manera que hagan un contrapeso entre todos y
esto incluso, dice Arendt genera mas poder, al menos que se dicha acción
reciproca se estanque y no siga viva.
Sobre la omnipotencia, implica la
destrucción de la pluralidad. La única
alternativa al poder no es la fortaleza sino la fuerza que ejercen un grupo de
personas, lo cual se convertiría en violencia pero nunca ésta puede sustituir
al poder, si esto se hace se sería tiranía y la tiranía no es una forma de
gobierno para Arendt, porque se basa en el aislamiento y es contrario a la
condición humana de la pluralidad. La tiranía impide el desarrollo del poder. Ahora
si Arendt dijo anteriormente que la fuerza es la única alternativa para el
poder, como dice luego que
·
“la violencia pueda destruir al poder mas fácilmente
que a la fuerza”.(pág. 229). Pero ¿la violencia no implica fuerza?
·
La fuerza hace frente a la violencia mas fácil que al
poder.
·
Y el poder destruye a la fuerza.
La tiranía
implica menos poder, mas fuerza en cambio la oclocracia implica mas poder y
menos fuerza.
Hay que
tener claro y OJO con esto, es que el discurso y el significado de la palabra,
es independiente de la derrota o la victoria de la acción. A diferencia de la
conducta humana que los griegos juzgaban según modelos morales, la acción solo
puede juzgarse por su grandeza y su carácter extraordinario.
La acción y
el discurso a diferencia del trabajo del homo
faber no tiene relación entre medios y fines, porque sus “medios” no son
propiamente medios sino realidades y en el momento en que dicha actividad se
realiza no deja trabajo tras de si sino que agotan su pleno significado en la
actuación como realidad, por ende, es un fin en si mismo, y crea memoria, lo
que es una cualidad no material de la propia actividad.
El homo faber y el espacio de aparición
El homo faber y el animal laborans como ya sabemos son apolíticos, pero cada uno
defiende su trabajo como el mas elocuente puesto que dejan algún fruto de
permanencia en el caso del primero, mientras que la conservación de la vida es
el mas elevado de todos los bienes en el caso del segundo mientras que estos
con respecto a la acción y el discurso
dicen que es una actividad ociosa que no deja nada tangible tras de si.
Sin embargo
el sentido humano exige que los hombres demuestren su ser ante los otros, no
con el fin de cambiarlo sino de articular y hacer que su ser tenga existencia
en el mas puro sentido. El sentido común es el único que encaja en la realidad
como un todo es por esto que ocupa el mas alto rango dentro de jerarquía de las
cualidades políticas, a diferencia de la superstición que es producto de la alienación
del mundo, y a la vez, una degradación del sentido común.
Las
personas que se reúnen en el mercado de cambio no se demuestran como personas
sino como productores, el impulso que lo lleva al mercado publico es la
apetencia de productos NO las personas, y su la fuerza que los mantiene unidos
no es la potencialidad sino un “poder de cambio” que cada uno adquirió en
aislamiento.
El genio es
un atributo que muchos homo faber se
consideran en cuanto a sus productos, Arendt dirá que la idolatría al genio contiene
la misma degradación de la persona humana que los otros principios que
prevalecen en la sociedad comercial, y al mismo tiempo que el homo faber cree que vale mas por su
trabajo que por lo que es, es cuando recibe su peor auto humillación.
El movimiento de la labor
La relación
entre el homo faber y el hombre
político es que a pesar de que el
primero no puede establecer una esfera publica autónoma, sigue al menos estando
en relación con los productos tangibles que integran el mundo.
La
elaboración que realiza el animal
laborans es una actividad apolítica pero no anti política en la que el
hombre no está con el mundo ni con los demás. La contigüidad parece en el
laborar mas que en cualquier otra actividad porque los hombres cuando se juntan
es como si fueran uno. A esto Arendt lo denomina la naturaleza colectiva de la labor. En vez de identificar una
realidad para cada miembro del grupo lo que hace es que pierdan toda su
individualidad e identidad, por esos los valores del animal laborans son sociales,
porque en el ritmo mismo del proceso de laborar el hombre llega hasta el punto
de no sentir que es un individuo sino uno con todos los otros. Esta unión de
muchos en uno es, al igual que la vida y la muerte y todas las actividades que
implican uniformidad son experiencias no mundanas, anti políticas y
verdaderamente trascendentes.
La
incapacidad del animal laborans para
la distinción y de ahí para la acción y el discurso parece confirmarse porque
una hubo una rebelión de esclavos en los tiempos antiguos y modernos. Así como
también expresa el original fundamento de los sindicatos que no eran
revolucionarios como en los tiempos de ahora en el sentido de desear una
transformación de la sociedad junto con una transformación de las instituciones
políticas sino que lo que los distinguía a estos de la organizaciones políticas
mas que exigencias extremas económicas y sociales era la propuesta de una nueva
forma de gobierno.
Esto es un
punto importante: la labor del esclavo y la libre y moderna no radica en que el
laborante tenga libertad personal sino en que se le admite en la esfera pública
y esta emancipado como ciudadano. El momento decisivo de la historia de la
labor como se venia entendiendo culmino cuando el requisito de la propiedad ya
no era necesario para ejercer el voto. Ya que antes el esclavo libre era
legalmente un extranjero pero no un ciudadano.
Uno de los
efectos secundarios de esta emancipación de la labor como ciudadano fue que un
sector hasta ahora desprotegido apareció en la esfera publica sin ser absorbido
por la esfera social y sin tomar ningún papel dirigente, pero cuando entran en
la esfera publica se ven en la necesidad de distinguirse de los demás con una
indumentaria particular, no solo defendían sus intereses económicos sino que
luchaban contra la política, es decir actuaban y hablaban como hombres y no
como miembros de una sociedad esto constituyo un papel revolucionario. Hoy día
los trabajadores ya no están al margen de la sociedad son sus miembros son sus
miembros y participan en tareas colectivas como todos los demás. El movimiento
laboral a pesar de sus objetivos específicos y el auge que había tenido en la
aparición pública perdió su poder al sustituirlo la clase trabajadora.
La tradicional sustitución del hacer por el actuar
En cuanto a
los asuntos que corresponden a la esfera humana, siempre –tanto los pensadores
como los hombres de acción- han querido encontrarle una solución al problema de
las impredecibles consecuencias de la acción. Para ello la monarquía y la
tiranía han sido algunas de ellas, pero no seria netamente política puesto que
abole la pluralidad, condición que como ya sabemos fundamental de la acción. De
cualquier manera, los tiranos siempre tienen el propósito de hacer que los hombres
se interesen menos en los asuntos públicos para que así solo el gobernante- o
sea él- lo haga. Si bien es cierto que la tiranía puede proporcionar seguridad
y estabilidad no es menos cierto que también prepara el camino para su pérdida
de poder aunque no sea de inmediato. Este problema de la estabilidad de los
asuntos humanos es tal, que se han dado varios debates entre la noción de
gobernar o aquel que manda y el de acción que aquel que obedece. Aquí podemos
observar una inversión de la esencia de la acción tal como la hemos entendido.
Platón ya estudiaba sobre el tema, e incluso en el Político hace una distinción
entre el comienzo y actuación, quien comienza es el guía y por serlo, no puede
arriesgar su vida ya que se le necesita para que siga el proceso ante cualquier
adversidad. Antes quien comenzaba el acto lo finalizaba, pero ningún hombre y
menos en la trama de las relaciones humanas, puede empezar una acción sin la
ayuda de los demás por lo que aquellos son los que ejecutan las ordenes- así no
sepan el propósito ni hacia donde va o que fin tenga- y el que comienza pasa a
ser gobernante. ¿no haría entonces el papel de pensador en la cual se encuentra
la vita contemplativa?
Conocimiento Acción
Mando Gobierno Obediencia Ejecución
El carácter procesual de la acción
Llego un
momento en que los hombres ya no se conformaban con observar, registrar y
contemplan lo que la naturaleza producía por lo que empezaron a predecir
acontecimientos basándose en los movimientos de la naturaleza, esto se
convirtió luego en una habilidad humana por desencadenar procesos que sin ellos
no se pudieran haber dado, lo que llama Arendt “crear naturaleza”. Esto
consiste básicamente en prescribir algunas condiciones pensadas por el hombre y
obligarlas a adecuarse a los modelos de ideación humana.
Las
ciencias históricas y las ciencias naturales tienen la común característica de
que solo por la acción es que se pueden clasificar como procesos, ya que solo
la acción es la única actividad humana la cual consiste en comenzar algo nuevo.
El hecho de
no poder predecir las actividades de la acción, es también signo de que ninguna
consecuencia pueden deshacerse por más inoportuna o nefasta que sea. Mientras
que la fuerza del proceso de fabricación queda agotada en el producto final, la
fuerza del proceso de la acción se multiplica en la medida en que se
desarrollan sus consecuencias y su permanencia es tan ilimitada como la
permanencia de la humanidad, aunque esto dependa de la memoria.
Arendt se
preguntara ¿es la libertad una condición para la acción? Y si esto es cierto
¿en la medida en que actúas no estas atado a la necesidad de volver a actuar en
el desarrollo del proceso? Pues la libertad pareciera esfumarse en el momento
mismo en que los hombres actúan porque va dependiendo de lo impredecible del
futuro y siente que debe responder ante cualquier fin del hecho pero esto es
porque algunos tienden a confundir entre soberanía y libertad, la soberanía
implica una superioridad de un hombre como soberano ante los demás, lo cual
hace caducar la pluralidad. La intrínseca fragilidad de los asuntos humanos
hacen que algunos se inclinen por apelar hacia una condición de soberanía pero
no por eso el hombre que actúa no tiene libertad ya que nunca es dueño de sus propios actos.
Irreversibilidad y el poder de perdonar
Como
sabemos, es imposible que el hombre deshaga lo que ya hizo, hablando en
términos políticos, por ende “el único remedio… se halla en la facultad de
hacer promesas”. (pág. 256). Pero existe el único instrumento capaz de hacer
borrar de las memorias las malos actos de los hombres que -consciente o
inconscientemente- llega a suceder, esto es el perdonar. Pero el perdonar y
prometer solo puede tener relación con otras personas, no consigo mismo ya que
carecería de realidad. Tu prometer a alguien y perdonas a alguien porque le
haces daño a alguien, es un protocolo que realizas en cuanto involucras a otra
persona.
Los
peligros del actuar a manera del hacer radica en la relación medio-fines que
como todo “hacer”, y en los asuntos humanos incita a que la violencia sea
justificada así como todo medio para un fin, y en hacer y deshacer mediante la
destrucción.
Jesús de
Nazaret fue el primero que invento el perdón, y también el que demostró que no
solo Dios perdona sino también los hombres porque ellos son los únicos
habitantes en la Tierra que tienen relación entre ellos mismos. Lo contrario a
la transgresión es la venganza. La venganza puede predecirse y calcularse, el
perdón no, es la única reacción de manera inesperada. Y lo contrario al perdón
es el castigo de modo que los hombres no puedan perdonar lo que no pueden
castigar o sean incapaces de castigar lo imperdonable. Aquí entra el amor como
facultad del humano en la cual se descubre el quién de la persona, y lo único
mundano que crea es el hijo que seria el en
medio de entre el hombre y la mujer pero pro su propia naturaleza el amor
no es mundano ni apolítico sino anti político. El cristianismo dice solo el
amor puede perdonar entonces ¿Dónde esta el don del perdón?
La imposibilidad de predecir y el poder de la promesa
El perdón
por su contexto religioso siempre se ha considerado inadmisible en la esfera
pública. El precio de la libertad es la inhabilidad del hombre para confiar en
si mismo, el precio de la pluralidad es la imposibilidad de predecir. La fuerza
que mantiene unidas a las personas en la aparición de la esfera pública es la
promesa. La soberanía solo puede conseguirse mediante la unión de muchos
mientras que la maestra de la fabricación solo puede conseguirse en
aislamiento.
Los preceptos morales tanto de perdonar como
de hacer promesas no son exteriores a la actividad de los asuntos humanos sino que
surgen de la voluntad de vivir junto a otros mediante la acción y el discurso
que son como mecanismos de control en cada nuevo comienzo. Sin la facultad para
deshacer o controlar lo que hemos hecho seria un desencadenamiento de procesos
ilimitados que conllevarían al caos y
posiblemente a la desaparición completa de la humanidad.
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